SOCIEDAD
La luz de la antorcha olímpica brilla detrás del alta de Maradona
El representante de Diego, impulsor de la estrategia judicial para sacarlo de la clínica, quiere llevarlo a Atenas y firmar más contratos.
Por Raúl Kollmann
Oldemar Barreiro Laborde, el polémico representante de Diego Armando Maradona, le dice a quien quiera oírlo que pretende que el Diez porte la antorcha olímpica en su camino final hacia los Juegos de Atenas, que comienzan el 12 de agosto. O sea que más allá de los discursos que hablan de que “necesita un tratamiento largo”, la movida para sacarlo de la clínica en la que está parece tener como objetivo trasladarlo al exterior, de hecho meterlo cuanto antes en actividad y, de paso, firmando contratos, algo que no puede hacer ahora en la clínica Del Parque. Barreiro Laborde favorece la salida al exterior dentro de los próximos diez días, mientras que el doctor Alfredo Cahe, que juega su propio partido, también está de acuerdo con trasladar al astro, aunque se inclina por un centro de cierta dureza ubicado en Holguín, Cuba. Allí tampoco hay demasiadas garantías de que el Diez acepte la internación y no se vaya por la puerta al día siguiente de llegar. La ex esposa Claudia Villafañe, las hijas y otros integrantes del círculo familiar desconfían de todas estas jugadas y por el momento no ven con demasiado buenos ojos que Diego salga del control judicial que ahora ejerce el Tribunal de Familia número 2 de Morón.
La invitación para que Maradona esté en los Juegos Olímpicos se recibió antes de la internación de Diego y la hizo un representante de Atenas que se instaló en el Hotel Hilton. En verdad, simplemente consistía en que el Diez esté presente en la inauguración. Sin embargo, Barreiro Laborde la ha convertido en algo más tentador: que Diego porte la llama olímpica. La idea sonaría como música en los oídos del astro que, pese a que admite de mala gana el tratamiento actual, está desesperado por salir de la clínica cuanto antes. La estrategia para lograrlo es una supuesta internación en Suiza, que es ofrecida públicamente por Barreiro Laborde, quien agrega que el instituto especializado ofrece cubrir el tratamiento y todos los gastos. Como se sabe, los centros de ese estilo exigen que exista voluntad, por escrito, del paciente para internarse, lo que significa que si se autoriza el traslado de Maradona a Suiza, o a cualquier otro país, el Diez volvería a tener el poder de decisión, tanto para internarse como para salir de allí al día siguiente.
No son pocos los que consideran que, por esa vía, Diego volvería a la calle rápidamente y estaría en condiciones de firmar contratos como los que suelen ofrecerle. Por ejemplo, recientemente aceptó 40.000 dólares a cambio de que se use su nombre en máquinas electrónicas de bingo.
El entorno familiar más cercano al Diez mira, hasta ahora, con desconfianza las movidas para sacarlo del país. Claudia, las hijas y los padres del crack están representados por un escribano y su esposa, abogada, que son vecinos de la casa de Devoto. Para ellos, la solución sería encontrar un buen centro en la Argentina para que siga el tratamiento –el actual no sería el adecuado para la siguiente fase porque es un neuropsiquiátrico y se necesita un centro especializado en adicciones–, pero para conseguir que no se vaya del país tienen en contra la presión del propio Diego y la del viejo entorno. La ventaja de que el ex jugador se mantenga en la Argentina es que continuaría el control judicial, o sea que Maradona no podría irse del lugar en que lo internen sin la autorización del juez Norberto García Vedia, encargado por el tribunal de Morón de velar por la situación de Diego. En defensa de los derechos de Maradona actúa también una defensora oficial. Según Cahe, la desventaja de que el astro siga en el país es que aquí no lo dejan tranquilo.
Lo cierto es que los próximos pasos de Maradona están signados por una pelea en la que se mezclan más los intereses económicos que las preocupaciones por su salud y su tratamiento.