SOCIEDAD

El grupo de piqueteros que maneja una panadería en la universidad

Es el MTD Darío Santillán, de Almirante Brown. Y la facultad es la de Exactas, de la UBA. Juntos transformaron un viejo depósito en panadería. Los militantes producen las facturas que se consumen allí y que antes se compraban afuera. Para la mayoría, es el primer trabajo regular.

El barrio porteño de Núñez tiene uno de los ingresos per cápita más alto de la Argentina. El partido de Almirante Brown, en el sur del Gran Buenos Aires, está en el otro extremo, con más de la mitad de la población empobrecida. También los separan dos horas en el 160 hasta Ciudad Universitaria, que lleva estudiantes con sueños de título y también militantes del MTD Darío Santillán, que transformaron exiguos planes sociales en una panadería industrial que abastece la Facultad de Exactas. “Es el primer paso para el trabajo digno, trabajo como una herramienta liberadora y no de opresión”, remarca Oscar, uno de los seis jóvenes del Movimiento que participa en el emprendimiento. La puesta en marcha de la panadería se enmarca en una política de apertura hacia organizaciones sociales que impulsa la actual Secretaría de Extensión de Exactas.
En la panadería hacen todos los días 60 docenas de facturas que son el refrigerio de los trabajadores no docentes de la Facultad. Funciona en el subsuelo del pabellón 2 de Ciudad Universitaria, en un inmenso salón que hasta hace unos meses hacía de depósito. Con la clásica ropa de la actividad, todos de blanco, van de un lado al otro, amasan, usan máquinas varias y arman con cuidado milimétrico cada factura que pronto estará en el horno. En el turno noche, de 24 a 7 trabajan Mónica y Oscar. Por la tarde, de 14 a 19, Mariano, Diego, Rodrigo y Eduardo, que es el único con experiencia en el ramo. Para el resto, con estudios secundarios y changas de las más variadas en su haber, es la primera oportunidad en esto del trabajo con horarios, días establecidos y una forma de producción industrial que por su cotidianidad genera una lógica de trabajo distinta al trabajo barrial. El objetivo es construir alternativas a los planes de 150 pesos y sumarse a redes económicas basadas en el comercio justo, donde cada eslabón de la cadena productiva reciba lo proporcional al trabajo realizado.
“Llevar adelante un proyecto de esta envergadura es, para nosotros, algo totalmente novedoso, es ir aprendiendo a medida que caminamos”, advierten en el MTD de Almirante Brown y resaltan que la panadería es la experiencia concreta de que el trabajo no tiene por qué ser alienante. “Intentamos que los grupos de trabajo no reproduzcan las lógicas capitalistas de explotación, pretendemos que el trabajo sirva para poder expresarnos como seres humanos, garantizando nuestra reproducción material con nuestro propio esfuerzo colectivo, un trabajo donde el producto elaborado pertenezca a quienes lo han producido, que las ganancias sirvan para el bien común y no para el enriquecimiento de unos pocos”, cuentan.
El comienzo de la iniciativa originó muchos interrogantes en el Movimiento. Desde quiénes serían los elegidos para la tarea hasta si les correspondería una entrada de dinero extra a los 150 pesos del Plan Jefas y Jefes. Todo se discutió y se decidió en las asambleas de los barrios. Por consenso, acordaron tres parámetros para cubrir los puestos de trabajo: nivel de compromiso con los compañeros, la antigüedad en la organización y el conocimiento de la profesión. También en asamblea definieron una remuneración de cien pesos mensuales –más los viáticos– y que no fueran puestos laborales fijos, sino que rotaran cada seis meses para que todos puedan aprender el oficio. “Esto nos trajo muchas cuestiones por discutir y las resolvimos entre todos”, explica Mónica, una militante que hace dos años está en el MTD y otros tantos estudiando trabajo social. Además, hay un reducido margen de ganancia para la organización, que es destinado para sostener los emprendimientos productivos de los barrios.
La idea de esta experiencia nació hace un año, cuando la Secretaría de Extensión de Exactas y el MTD comenzaron a intercambiar saberes y propuestas para trabajar en conjunto. La Facultad ya contaba con el antecedente del comedor en manos de un centro de jubilados y de acercamientos con fábricas recuperadas. A la empresa que tenía la concesión le restaba unos meses de contrato y la Secretaría sabía de las panaderías comunitarias de los MTD.
“No queríamos seguir con grandes panaderías, buscábamos vincular la lógica de intercambiar experiencias entre distintos actores sociales y la idea cerró a todos”, afirmó el subsecretario de Extensión de la Facultad, Armando Doria. El contrato es por un año con posibilidades de renovación. Doria contó que las mayores trabas estuvieron en la cuestión administrativa –los trámites de la aseguradora del trabajo, la contabilidad y la figura jurídica– y poner en condiciones el lugar, la colocación de azulejos, instalación de agua caliente, sistema de ventilación, de seguridad y cámara frigorífica. “Parecen cosas chicas, pero todo costó mucho dinero”, advirtió.
El trabajo, que arrancó hace seis meses, marca varios hitos importantes en la historia de la organización: significa llevar la experiencia de las panaderías comunitarias barriales a una producción de tipo industrial, es el mayor proyecto productivo y, al mismo tiempo, es un llamado de atención porque puede debilitar a la organización: al estar diez horas fuera del barrio, el grado de participación disminuye y el Movimiento puede perder solidez. De hecho, desde muchas de las organizaciones sociales se cree que las cooperativas impulsadas por el Gobierno pueden ser un aporte para lograr la autonomía y sentar bases más solidas, pero también tienen presente que pueden restarles cuadros.
Por ese motivo, la panadería funciona como un grupo de trabajo del movimiento y mantiene la dinámica del resto de los grupos: reunión de trabajo, formación popular para todos sus integrantes, intervención en los espacios organizativos y participación en los planes de lucha.

Informe: Darío Aranda.

Compartir: 

Twitter

Los militantes que trabajan en la panadería son seis y hacen turnos de tarde y de noche.
 
SOCIEDAD
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.