SOCIEDAD › HALLO A SU HIJO, DE 20, MUERTO EN LA BAULERA
Un hallazgo escalofriante
Ignacio Cersósimo, un estudiante de 20 años que vivía en el Barrio Norte y que era buscado desesperadamente por sus padres desde hacía diez días, fue hallado muerto en la baulera del edificio de Coronel Díaz 2277, donde vivía con su familia. Su cabeza estaba cubierta por una bolsa plástica y en el lugar hallaron psicofármacos, una botella de vodka vacía y una carta dirigida al juez. Creen que se trató de un suicidio por depresión.
El joven vivía junto a sus padres, una hermana y dos hermanos, en el 9º piso del edificio de Coronel Díaz. Hace unos diez días, sus padres denunciaron su desaparición y comenzaron a buscarlo desesperadamente en hospitales y comisarías. La búsqueda se detuvo del modo más horrendo e inimaginable. El lunes, por la mañana, la madre del joven bajó a la baulera a buscar comida para el perro, pero no encontró la llave para ingresar, por lo que contrató a un cerrajero.
Ya dentro del recinto, enrejado y de dos metros por dos, corrió una cortina y encontró horrorizada el cuerpo de su hijo. Tenía una bolsa de nylon en la cabeza, que aparentemente le provocó la muerte. En el lugar había restos de comida, una botella de vodka vacía y una cantidad importante de blisters vacíos de psicofármacos.
También hallaron una carta, aparentemente escrita por el joven, cuyo contenido no fue difundido. Según los investigadores, se trató de un suicidio motivado por una profunda depresión. Las primeras pericias indicaban que la muerte podría haber ocurrido 48 horas antes del hallazgo. Pero los investigadores sospechan que el joven estuvo escondido en el lugar durante por lo menos una semana, dato que surge de los restos de comida hallados en el lugar.