SOCIEDAD › UN EMPLEADO DE EDESUR ASESINADO CUANDO IBA A CORTAR LA LUZ
“Dejate de joder con los cortes”
Otro empleado fue apuñalado. Ocurrió en un barrio de clase media, de Lanús. Un hombre y su hijo, de 15, quedaron presos.
“¡Loco, dejate de joder con los cortes!” A las palabras siguieron los hechos y el empleado de una empresa contratista de Edesur murió baleado por la reacción de un hombre y de su hijo menor de edad, que optaron por emprenderla a tiros y cuchillazos para defender el suministro de luz eléctrica amenazado por la falta de pago. El trabajador raso asesinado, Arnaldo Carvallo, de 33 años, casado y con tres hijos, era acompañado por dos compañeros. Uno de ellos, Gastón García, de 28, sufrió una herida de arma blanca y fue internado en el Hospital Vecinal de Lanús, partido en el que ocurrió la tragedia. El tercer empleado alcanzó a escapar. Omar Jorge Mazzella, de 63 años, dueño de la casa en la que se iba a producir el corte, fue detenido junto con su hijo de 15 años. Ahora quedaron en la oscuridad total: sin luz y presos por los delitos de homicidio y lesiones graves.
El episodio tuvo como escenario una vivienda ubicada en Donovan 232, en el barrio Villa Echenagucía, de Gerli, partido de Lanús. Los tres empleados llegaron en horas del mediodía en un Renault 6 patente UUD-790, con la orden de producir el corte del suministro eléctrico por falta de pago. En un primer momento, Mazzella y su hijo se limitaron a increpar primero y a insultar después a los ejecutores de la orden. “Al principio se generó una pelea a trompadas entre los empleados de la empresa contratista Leccentro y las dos personas que estaban en la casa. Uno de los moradores agarró un cuchillo de la cocina de la casa y le pegó una puñalada a uno de los empleados, que tuvo que ser internado”, explicó a Página/12 el jefe de la Departamental de Lanús, comisario inspector José Luis Rivero.
Cuando Gastón García cayó al piso, herido, sus dos compañeros lo subieron al Renault 6 y lo llevaron de inmediato al Hospital Vecinal de Lanús, donde quedó internado. Minutos después, los empleados regresaron al domicilio de la calle Donovan, al parecer sólo para recuperar las herramientas que habían llevado y que quedaron tiradas en el suelo, frente a la casa en cuestión, luego de la pelea a golpes. De nuevo en el lugar, los propietarios de la casa volvieron a increparlos y otra vez se tomaron a golpes de puño.
El drama adquirió tintes de tragedia cuando el adolescente ingresó a la casa y volvió a salir a la vereda, llevando en su mano un revólver Smith & Wesson calibre 38 largo. Desde el umbral de la puerta de entrada comenzó a realizar disparos, aparentemente al aire, para asustar a los dos empleados. Como si se tratara de una carrera de postas, le pasó el arma a su padre que, como un autómata, siguió a los balazos, completando un cuadro a todas luces demencial. Cuando intentaba escapar por la calle Mamberti, a la altura del 400, Carvallo recibió varios impactos de bala, en el abdomen y en el tórax, lo que le provocó la muerte prácticamente en el acto.
El cuerpo del empleado fue encontrado luego a varias cuadras de la casa donde empezó el conflicto, en Camino General Belgrano al 900, dado que siguió tratando de escapar, a pesar de las heridas. El tercer trabajador salió corriendo e hizo la denuncia en la comisaría sexta de Avellaneda. Agentes de la seccional llegaron a la casa y detuvieron al padre y a su hijo. El dramático suceso provocó que varios compañeros de las víctimas del ataque se trasladaran hasta la casa de la familia Mazzella. En el lugar, ante las cámaras de televisión, reclamaron a las empresas que tomen medidas tendientes a evitar la reiteración de este tipo de hechos. Según datos aportados por voceros de la firma Edesur (ver aparte), ya son 1300 los hechos de violencia de este tipo ocurridos en los últimos dos años, incluyendo “amenazas, agresiones y robos a mano armada”. Daniel Martini, vocero de la empresa Edesur, dijo a Página/12 que los empleados de las empresas contratistas que se encargan de realizar los cortes por falta de pago “son acompañados por policías o por personal de las fuerzas de seguridad sólo cuando tienen que actuar en un barrio considerado ‘peligroso’ o cuando tienen que ir en horas de la noche”. El caso ocurrido ayer, por el contrario, “fue a plena luz del día y a seis cuadras de lasvías del ex ferrocarril Roca, de manera que no se puede decir que no se trate de una zona céntrica, donde uno debe suponer que es más difícil que ocurra un hecho de estas características”.
Martini dijo que hasta ahora “hemos mantenido un permanente contacto con la autoridades nacionales y provinciales para tratar de darle seguridad a los trabajadores, pero es evidente que se hace necesario incrementar las medidas porque la situación se ha tornado muy grave”. El comisario Rivero confirmó por su parte que los efectivos de Gendarmería Nacional que actúan en la provincia de Buenos Aires “suelen colaborar cuando se realizan estos cortes, pero en este caso se analizó que no era necesaria la protección porque no se trataba de un barrio considerado violento”.