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Hace ya unas semanas el ministro de Economía, Roberto Lavagna, desentonó con la posición fijada por la Casa Rosada frente a la protesta social y llamó a aplicar la ley. Ayer volvió sobre sus pasos a propósito del ataque del viernes pasado a la Legislatura y también dijo algo distinto a lo que expresan los principales funcionarios del Gobierno. Lavagna advirtió que los hechos de violencia contra instituciones públicas no se deben repetir porque “no ayudan” y “terminan afectando decisiones de carácter económico y social”. El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, habló en tanto de la “la necesidad de prevenir los hechos más que reprimirlos”.
“El desorden, cuando se repite, nunca ayuda por más que sea focalizado poco importa si es la toma de una comisaría o un grupo distinto que toma el edificio de Tribunales u otro edificio”, sostuvo el titular de la cartera económica. También consideró que “estos desórdenes son cuestiones que en el mediano plazo tienen que ser resueltas porque, de lo contrario, terminan afectando decisiones de carácter económico y social”.
Lavagna ya había marcado su diferencia con el modo en que la Casa Rosada se maneja frente a las protestas en los días previos a la visita de Néstor Kirchner a China. Entonces se quejó ante el diario inglés Financial Times de los problemas que tiene el Gobierno para aplicar las leyes. Las declaraciones del ministro de Economía obligaron a allegados al santacruceño a hacer la aclaración de que la decisión de no reprimir no implica no estar de acuerdo con la organización de operativos de prevención ni tampoco dificultar el trabajo de un juez que disponga procesar a aquellos que ocupen una empresa u edificio público.
La advertencia de Lavagna desentona una vez más con la estrategia oficial. En el Gobierno se evaluó el último viernes que quienes atacaban la Legislatura no eran más de 40 personas y que mandar a la policía a dispersarlos implicaba el riesgo de que la violencia se generalizara.
Esto es lo que Fernández le explicó a Aníbal Ibarra, con quien dijo haber coincidido “en la necesidad de prevenir más que de reprimir”. El jefe de Gabinete y el Jefe de Gobierno porteño habían polemizado públicamente a raíz de lo sucedido en la Legislatura, pero anteanoche recompusieron la situación durante una reunión que mantuvieron en la Casa Rosada y en la que durante algunos minutos estuvo el propio Kirchner.
Fernández contó que en ese encuentro acordaron “trabajar juntos la Jefatura de Gobierno y el Ministerio de Justicia para evitar que estas cosas pasen”. Por otro lado, el funcionario nacional consignó que “obviamente” Ibarra ratificó “su deseo, su vocación y su decisión de estar cerca del Gobierno, de no confrontar”.
La idea de Fernández e Ibarra para evitar los episodios de violencia es implementar operativos de prevención y disponer una fuerte presencia policial en aquellos lugares donde haya protestas.