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Por H. C. y R. K.

La línea de investigación impulsada por la policía entrerriana en el caso de Fernanda Aguirre ayer recibió dos impactos de importancia. El primero, de las mismas autoridades que la conducen: el ministro de Gobierno entrerriano, Sergio Uribarri, reconoció que “tenemos sobradas sospechas de que la policía desvió la investigación” del caso. Uribarri cargó las responsabilidades sobre cuadros que responden a la administración anterior, como si se tratara de una especie de interna de una fuerza que está bajo su propio control. La otra tiene que ver con el sticker con el presunto pedido de ayuda de Fernanda. Página/12 tuvo acceso al informe en el que doce peritos de Gendarmería sostienen que el texto no corresponde a la letra de Fernanda. El perito de la policía entrerriana había afirmado que el mensaje pertenecía ciento por ciento a Fernanda.
“No puedo ser necio y negar que hubo personas que intentaron desviar la investigación”, reconoció y sorprendió Uribarri. Es cierto que el ministro de Gobierno cargó las responsabilidades sobre “resabios de la gestión anterior”, es decir, cuadros que responden al ex gobernador radical, Sergio Montiel. Uribarri no aportó detalles sobre la supuesta interferencia policial, pero sostuvo que “aunque no puedo afirmarlo categóricamente, tenemos sobradas sospechas de que esto haya ocurrido efectivamente”.
Además de abrir un halo de dudas sobre el control del gobierno sobre sus fuerzas policiales, el argumento de Uribarri es un arma de doble filo, ya que acerca a la policía a las hipótesis que sospechaban que Miguel Angel Lencina no se suicidó o, si lo hizo, fue bajo una fuerte inducción de quienes lo custodiaban.
Ayer, Mirta Chávez, la viuda de Lencina, amplió su declaración ante el fiscal federal de Paraná, Mario Silva. Insistió en que Fernanda había sido atada a un árbol y había fallecido asfixiada por la soga cuando intentaba zafar de sus ataduras. Su declaración resulta dudosa si se tiene en cuenta que, en ese caso, el cuerpo de Fernanda debería haber sido hallado por la policía entrerriana tras los intensos rastrillajes realizados, a menos que tales rastrillajes no hayan sido tan profundos como se dijo que habían sido.
Página/12 tuvo acceso al informe de Gendarmería sobre el presunto mensaje de Fernanda escrito en un sticker hallado en Las Termas de Río Hondo. Intervinieron 12 peritos de la institución y dos peritos de parte. Del mismo modo que los peritos de la Corte Suprema, los 12 gendarmes descartaron que se tratara de un mensaje escrito por Fernanda. Los dos peritos de parte firmaron en disidencia. Para zanjar las diferencias, la Gendarmería consultó a peritos independientes, que también descartaron que se tratara de un mensaje de Fernanda. De este modo, los únicos peritos que apoyan la tesis de que el mensaje pertenece a la chica son los dos de parte y el especialista de la policía entrerriana.