SOCIEDAD › DENUNCIA CONTRA UN EMPRESARIO DE SAN NICOLAS
Incendio con olor a apriete
Por Carlos Rodríguez
En San Nicolás, la Justicia investiga una denuncia penal contra un empresario local, propietario de una flota de camiones, al que acusan de presunto instigador de dos atentados ocurridos el fin de semana, con una diferencia de 20 minutos el uno del otro. Una de las víctimas fue la abogada María Susana Bojanich, quien lleva una causa contra el empresario, a quien había denunciado por el presunto delito de “insolvencia fraudulenta”. El otro damnificado es un empleado jerárquico que fue despedido por el cierre de la empresa de transporte. “En mi estudio, como comprobaron los bomberos, hubo un incendio intencional que destruyó parte del mobiliario y veinte minutos después le balearon la casa a uno de mis clientes”, dijo a Página/12 la abogada Bojanich. Según ella, lo ocurrido fue “un rebote de una causa en la que estamos accionando contra el dueño de una empresa de transportes que se evaporó sin cumplir con la obligación de indemnizar a los doce empleados que tenía”.
Fuentes judiciales confirmaron a este diario que la denuncia “menciona como presunto responsable de los atentados al empresario local Antonio Sarli, pero el hecho debe ser investigado a fondo y recién entonces podremos saber la verdad de lo ocurrido”. Este diario intentó dialogar con el empresario, pero fue imposible comunicarse con él. Un allegado negó toda participación suya en el hecho. “Es una locura”, fue todo lo que dijo. El vocero comentó que “la denuncia corre por cuenta de quien la hizo y la Justicia la tiene que desestimar porque es una gran mentira”.
Hasta ahora lo único que está demostrado es que fueron dos atentados, aunque todavía no se pudo determinar la identidad de los autores. Los dos hechos son investigados por el fiscal de San Nicolás, Vicente Bo-tteri. El primero de los sucesos ocurrió a la 1 del sábado, en el estudio de la abogada Bojanich, en Juan B. Justo 64, de San Nicolás, a seis cuadras de la casa de la víctima. La casa, de tres plantas, fue dañada parcialmente por las llamas, que fueron combatidas primero por los vecinos y luego por los bomberos.
Las primeras pericias determinaron que se trató de un hecho intencional. En el lugar se encontraron una barreta con la que fue destrozada la puerta de entrada, dos bidones vacíos y una manguera que sirvió para derramar nafta dentro del estudio jurídico. El fuego, según los bomberos, fue provocado por un trapo encendido que fue tirado sobre la nafta, esparcida también sobre la puerta de madera de la entrada. El calor intenso provocado por el incendio hizo estallar todos los vidrios de la casa. También destruyó los muebles ubicados en la sala de espera, algunos escritorios y el revestimiento de madera.
“Las pérdidas fueron por 15 o 20 mil pesos, pero el problema es el mensaje. A mí me quemaron el estudio y a uno de mis clientes, León Alberto Güemez, uno de los empleados despedidos por la empresa Transmarsan SA, le hicieron seis disparos.” Los balazos ingresaron al domicilio ubicado en Jujuy 16. Los impactos tuvieron como blanco “los lugares de la casa donde suelen estar sus ocupantes la mayor parte del tiempo; pudo haber muertes”, aseguró Bojanich. Tres testigos vieron al hombre que baleó la casa de Güemez. El autor del atentado iba a pie, pero había dejado un auto estacionado cerca del lugar.
La firma Transmarsan SA venía funcionando desde hacía 15 años, aunque antes tuvo otras dos denominaciones. A comienzos de año, la planta de camiones fue cerrada, fueron despedidas 12 personas y los empleados comprobaron, según Bojanich, que “en 24 horas desmantelaron el galpón y las oficinas, transfirieron los doce camiones a nombre de familiares o personas vinculadas al empresario Sarli”. La difusión del caso, en los medios de prensa locales, ha provocado gran conmoción en San Nicolás.