SOCIEDAD
Patricia Nine fue hasta la Rosada para agradecer por su liberación
Los policías que intervinieron en el rescate fueron ascendidos por el gobernador Felipe Solá. Dos de los detenidos por el secuestro declararon ante el juez, bajo un importante operativo de seguridad. Pidieron otra declaración de Carro Córdoba.
Patricia Nine ayer estuvo en la Rosada, junto a su padre y a su hermano, para agradecer al presidente Néstor Kirchner por su preocupación e intervención en el caso. Por su lado, el gobierno bonaerense le rindió homenaje a los policías provinciales que participaron del rescate. Entre ellos, el sargento ayudante Rodolfo Aquino, héroe del operativo de liberación, ascendido a sargento primero. En la tanda de premiados, Felipe Solá no olvidó incluir al jefe de la Brigada Antisecuestros, el comisario mayor Osvaldo Seisdedos. El gobernador lo ascendió a comisario general, máximo del escalafón al que puede aspirar un policía. La fiscalía federal de Morón, en tanto, se prepara para indagar nuevamente a Cristian Carro Córdoba, que está detenido en Corrientes en el marco de la investigación por el secuestro de Cristian Schaerer.
La tanda de ascensos y homenajes había sido anunciada por Felipe Solá el sábado, apenas terminó el operativo de rescate de Nine. La entrada intempestiva de la policía a la casa recién pintada de Moreno donde Nine llevaba 25 días de secuestro, se leyó como un triunfo entre los bonaerenses. Patricia comparó con un “fue como ver a Dios” al policía Aquino, aquel que la protegió de las balas con su cuerpo. En una conferencia de prensa, la mujer además había dicho que a partir de ese momento “volví a creer en la policía, volví a creer en la institución”.
Los uniformados ayer tuvieron su recompensa. Solá les pagó a cada uno con una rueda de homenajes y ascensos. El sargento Aquino fue, nuevamente, el personaje del día. El gobernador le otorgó personalmente la llamada Orden de San Miguel Arcángel, la condecoración máxima entregada por la fuerza por los actos de valentía y le dio un ascenso. Durante el acto Aquino pidió a la “sociedad que comience a confiar en la policía. Nosotros ponemos lo mejor que tenemos y vamos a tratar de hacer las cosas de la mejor manera posible”. Reconoció que “vivió” momentos de “nerviosismo” y en sus palabras dejó reseñado lo que seguramente a esa hora rondaba en las imágenes del gobernador y de su ministro de Seguridad, León Arslanian. “Estas acciones –dijo Aquino– van a cambiar la relación entre la población y la policía. Ojalá, Dios quiera, que sea así.”
Durante unos minutos, describió algunas de las intimidades del operativo rescate. Recordó que él mismo le había pedido a sus superiores participar de la comisión que estaba en la búsqueda. “Porque soy de Moreno como Patricia –dijo–, porque trabajé en el shopping de su padre por cinco años y, fundamentalmente, porque conocía su rostro y su físico; y esa era una ventaja para nosotros.” En el momento en que la liberaron “Patricia lloró, me abrazó y me dio las gracias. Fue el mejor momento de mi vida, yo me creí capacitado para hacerlo y salió todo bien”.
Lejos del acto oficial, la fiscalía de Morón decidió ayer citar para una nueva indagatoria a Carro Córdoba, uno de los principales sospechosos de participar en el secuestro de Cristian Schaerer, entre otros casos resonantes, y con buena parte de las hipótesis por el caso Nine en su contra. Ayer, Carro Córdoba fue trasladado de Resistencia a Corrientes por cuestiones de seguridad. Quedó alojado allí a la espera de que el fiscal correntino Oscar Resoagli autorice el nuevo viaje a Buenos Aires.
Dos de los detenidos clave por el secuestro de Nine declararon anoche ante el juez federal de Morón, Germán Castelli. Uno de ellos fue César Ariel “Largo” Kalocovich y Claudio Castaño. El martes a la noche, ambos se habían negado a prestar declaración indagatoria en la fiscalía. Con la asistencia de la defensora oficial Olga García, ayer llegaron a los tribunales de Morón en medio de un importante operativo policial. El procedimiento se hizo con mucha cautela y después de que la defensora se convenciera de que el juzgado se comprometía a otorgarles protecciones especiales por el rol que desempeñaron durante las últimas horas de pesquisas. Los dos habían sido arrestados antes del rescate de Nine y sus testimonios habrían posibilitado, de hecho, llegar hasta la dirección de la calle Gallo al 900 de Moreno donde tenían cautiva a Patricia Nine.En este momento, la Justicia busca la conexión entre uno de ellos, el Largo Kalocovich, y la banda del conocido Cristian “Hígado” Muñoz. El fiscal de San Martín, Rubén Moreno, es quien está detrás de esta pista. Según fuentes judiciales, le pedirá los informes a su par de Morón para determinar si es la persona que se escapó del banco de San Miguel, el 27 de agosto, el día del robo en el que terminó muerto el Hígado. En el expediente existe una referencia a Claudio Castaño y también se menciona a un tal “Ariel”, los investigadores buscan saber si se trata de Ariel Kalocovich. Al Hígado y a su banda se les atribuyen los secuestros de Nicolás Garnil y de Cristian Ramaro.
De la visita de los Nine a la casa Rosada no transcendieron mayores detalles. Patricia llegó con su padre Eduardo y su hermano Mariano para reunirse con el presidente Néstor Kirchner y además con el ministro del Interior Aníbal Fernández y el segundo de la SIDE (que intervino en el caso), Francisco Larcher. Ninguno de los visitantes o anfitriones hizo declaraciones públicas sobre el encuentro. Pocas horas antes, y durante un acto público en la provincia de Santa Fe, el propio Kirchner les había pedido cautela. “Todavía hay mucho por hacer”, dijo después de solicitar ser cautos a la hora de los “exitismos”.