SOCIEDAD
Alarma en el microcentro por un auto con armamento
Después de dos horas se confirmó que la camioneta estacionada frente a la Embajada de Israel con armas pertenecía a dos policías bonaerenses.
Un auténtico blooper se produjo ayer en horas del mediodía cuando se encontró, en un estacionamiento a 20 metros de la Embajada de Israel, una camioneta en la que había una escopeta calibre 12.70, una pistola 9 milímetros, cartuchos y un chaleco antibala. Dos horas más tarde quedó en claro que se trataba de un vehículo perteneciente a dos suboficiales de la Policía Bonaerense, más precisamente de la Comisaría 2ª de Pilar, que habían ido a hacer un trámite a un banco y hasta le avisaron al playero que dejaban el auto cerrado porque dentro había armas. Por supuesto, a lo largo de las dos horas corrió la versión de un eventual ataque o atentado.
Los suboficiales Luis Gómez y Félix Silva llegaron al estacionamiento de Chacabuco y Rivadavia a bordo de una camioneta Kia, modelo Vesta. En ese momento le avisaron al encargado, de nombre Juan, que dejaban el vehículo cerrado porque allí quedaba un par de armas. Los suboficiales se identificaron como policías bonaerenses. Según pudo saberse, personal de seguridad de la embajada se enteró que la camioneta estaba allí y pidió la intervención de la Policía Federal. Un rato más tarde llegó la Brigada Antiterrorista.
Todo el incidente terminó de aclararse recién a la una de la tarde, o sea dos horas después de la llegada del vehículo, cuando reaparecieron los suboficiales Gómez y Silva. Ambos exhibieron sus credenciales, se verificó que efectivamente eran numerarios de la comisaría de Derqui, en Pilar, pero de todas maneras terminaron declarando ante el juez Jorge Ballestero. Al magistrado le dijeron que habían ido al banco HSBC que opera en la planta baja del edificio en el que funciona la embajada. También quedó en claro que dentro de la camioneta no había explosivos para cometer un atentado, sino una pistola y una escopeta, armamento de uso de los suboficiales. Según supone la Policía Federal, tampoco hay elementos para sospechar que los bonaerenses estaban allí como parte de algún operativo relacionado con eventuales disturbios en Plaza de Mayo o Congreso.
A la hora en que supuestamente se aclaró todo, ya se había desplegado la Brigada de Explosivos, un grupo de perros adiestrados, el personal de la comisaría de la zona y los hombres de Antiterrorismo. El subcomisario Daniel Fernández redondeó: “No hay ninguna cosa rara, salvo el lugar donde dejaron la camioneta”.
No era un dato menor el lugar donde estacionaron el vehículo. En 1992, un atentado voló la sede de la Embajada de Israel. Cuatro años más tarde, la sede de la mutual judía AMIA también sufrió un ataque en pleno corazón del barrio de Once.