EL PAíS › DURA AUTOCRITICA DE ROZAS POR LA GESTION DE DE LA RUA
“Tenemos que pedir perdón”
Por José Natanson
Ayer, bien temprano, Eduardo Duhalde recibió en la Casa Rosada al jefe del radicalismo, Angel Rozas. Fue una charla amable, durante la cual el Presidente le comentó los grandes rasgos de su plan económico. Y el chaqueño, aunque se preocupó por aclarar que la UCR no buscaba el “cogobierno”, manifestó el apoyo de su partido. Pero lo más sorprendente no fue el tono del encuentro sino la durísima autocrítica formulada por Rozas en la conferencia de prensa posterior. “A la UCR no le ha ido bien cuando gobernó”, “no puede exigir nada” y “debe pedirle perdón al pueblo” por la “terrible deuda” que dejó Fernando de la Rúa, fueron los conceptos que eligió el titular de la UCR para la primera evaluación pública de la gestión anterior.
El encuentro, que comenzó poco antes de la nueve de la mañana, giró en torno de las principales medidas que implementará Duhalde, quien mencionó una serie de conceptos que sonaron bien en los oídos del gobernador chaqueño: Duhalde dijo que piensa poner en marcha un “modelo de identidad nacional”, ratificó que su equipo se encuentra trabajando en un plan social de un millón de subsidios para los jefes de hogar desocupados y que priorizará el Mercosur como opción estratégica de política exterior.
Después, Duhalde le comentó muy por arriba los ejes principales del programa económico que anunciará hoy, que incluyen una devaluación controlada, la pesificación de los créditos, medidas para incentivar la industria y fortalecer el mercado interno y el paulatino levantamiento del corralito. “Vamos a estudiar las medidas una por una, pero en principio tiene el apoyo de nuestros bloques”, dijo Rozas en el encuentro. Conforme, Duhalde le explicó las razones por las que decidió nombrar al constitucionalista Jorge Vanossi como ministro de Justicia. Sumado a Horacio Jaunarena, que volverá a Defensa, se completa el cupo de radicales en el nuevo Gabinete.
Sin embargo, Rozas dejó en claro la postura que las principales figuras de su partido habían consensuado la tarde anterior, y que podría resumirse en una fórmula: acompañar a Duhalde a nivel parlamentario, sobre todo en su primera etapa, pero no aceptar la idea del cogobierno. “Nosotros vamos a ayudar, pero éste es su Gobierno”, le dijo el radical a Duhalde.
Según explicaban después en el Comité Nacional, esta posición expresa la voluntad de respaldar al Gobierno luego del fracaso de De la Rúa, pero sin aparecer como responsables de una gestión de la que, más allá de las coincidencias, no se sienten responsables. “Es un equilibrio difícil”, reconocía ayer un importante dirigente radical.
Concluida la reunión, Rozas precisó aún más la posición del radicalismo. “Esto no es un canje, o un contubernio, o un cogobierno. No es un toma y daca”, se esforzó en aclarar, aunque agregó que la UCR está dispuesta a “colaborar con este gobierno en todo” y que “si Duhalde cree que hay un hombre o una mujer del radicalismo que por su perfil puede servir al estilo de su gobierno, lo puede convocar”.
Finalmente, Rozas aprovechó el escenario de la Casa Rosada para formular la primera autocrítica de una autoridad desde la renuncia de De la Rúa. “El radicalismo tiene que asumir la responsabilidad de saber que no le ha ido bien cuando gobernó hasta hace unos días y no puede, no tiene derecho a exigir nada, sino dar mucho. Cargamos sobre nuestras espaldas un fracaso. Entiendo no sólo el enojo de los radicales sino el de los argentinos”, dijo el chaqueño, y admitió que su partido tiene “que pedirle perdón al pueblo” por la “terrible deuda que tenemos”.
Sin embargo, Rozas no quiso dar precisiones sobre la iniciativa de un grupo de dirigentes de la Capital, entre ellos el terragnista Cristian Caram, para expulsar a De la Rúa del partido. “Voy a escuchar a los jefes de distrito en el plenario que haremos y que traerán el mandato de sus provincias, no sé cuál es la decisión que se va a tomar”, eludió Rozas: tendrá sus ideas, pero no deja de ser radical.