SOCIEDAD
“En la Argentina se trata muy mal a las mujeres”
Rebecca Gomperts, presidenta de la fundación que hace abortos en altamar, llegó al país y anunció la posibilidad de que el barco venga aquí el año próximo.
Llegó al país la presidenta de la organización holandesa Women on Waves, cuyos militantes recorren el mundo en barco para promover la despenalización del aborto. En conferencia de prensa, Rebecca Gomperts admitió que la organización evalúa trasladar el barco a aguas argentinas, pero aclaró que para hacerlo buscarán mayor consenso. Esa sola mención generó una ola de críticas de sectores políticos y religiosos que se darán cita hoy durante una charla de Gomperts en el Centro Cultural San Martín. En su primera aparición pública, la médica holandesa criticó la legislación argentina y dijo que aquí “se trata muy mal a las mujeres”.
Gomperts llegó al país y, tal como adelantó en la entrevista publicada por Página/12 el domingo pasado, fue cauta a la hora de dar precisiones sobre el arribo del barco. En la conferencia de prensa en la sede del Partido Autodeterminación y Libertad –que la invitó al país–, la diputada porteña Noemí Olivetto se encargó de los detalles: “No queremos que la venida del barco sea impuesta desde arriba –dijo–; lo que pretendemos es instalar el debate sobre la despenalización del aborto”.
Gomperts fundó la organización Mujeres sobre Olas (Women on Waves) en 1989, y el movimiento es conocido por las campañas que organizan a bordo de su buque-clínica en aguas que limitan con países donde la práctica del aborto es ilegal. Entre los tripulantes hay un equipo médico que asiste a las comunidades locales con charlas y la distribución de una pastilla de Misoprostol, una droga fabricada en todo el mundo para tratamientos de úlcera, pero que se puede ingerir antes de la novena semana de gestación para interrumpir el embarazo.
Si sucede, la llegada del barco a Argentina “no será anunciada previamente para evitar conflictos”, aclaró Gomperts. Sin embargo, aseguró que en los próximos meses “se trabajará en la parte económica porque se necesita mucho dinero para hacer que el barco venga a la Argentina”. En ese sentido, criticó a los que hablan del “barco de la muerte”. Esa actitud, dijo, “rompe el derecho a dar información”. “Las mujeres que quieren hacerse un aborto no son criminales –agregó–, simplemente necesitan ayuda y no merecen pasar por procedimientos médicos inseguros, por lo que no entiendo por qué en la Argentina se trata a las mujeres tan mal.” Con la misma convicción recordó un puñado de datos mundiales y locales. “El aborto es legal en casi todos los países europeos e industriales”, dijo y agregó que en la Argentina “se practican 500.000 abortos anuales: casi todas las mujeres argentinas se realizaron un aborto alguna vez en su vida. Todos conocemos a alguien que se lo ha hecho, una hermana, una madre, una tía. Y no son criminales”.
La filosofía de los militantes de Women on Waves apunta de hecho más que a la entrega de pastillas a generar conciencia capaz de revertir las prohibiciones que hacen “que un procedimiento médico tan común se convierta en peligroso”, dijo la activista que hoy dará una charla en el Centro Cultural San Martín, donde está anunciada la presencia de grupos antiabortistas.
La diputada Fernanda Ferrero, de Recrear, presentó un proyecto de declaración de repudio a la posible llegada del barco. Ayer se quejó por lo que parece más inminente a partir de la presencia de Gomperts: “Nada dice sobre la imposibilidad jurídica que tiene para realizar prácticas abortivas en países que lo prohíben, ya que existe un fallo judicial que así lo determina”. Sus quejas se sumaron a la denuncia judicial del diputado porteño macrista Jorge Enríquez.