SOCIEDAD
Ahora le cortaron el rostro al cirujano plástico de los famosos
El médico Roberto Zelicovich fue detenido en España. Tenía pedido de captura por dos causas judiciales en su contra. Lo habían denunciado por desfigurar el rostro de varias pacientes.
Después de permanecer prófugo por más de seis años, fue detenido ayer en Madrid, España, el cirujano plástico argentino Roberto Héctor Zelicovich, de 60 años, quien en 1998 fue denunciado por una diputada y por una cantante por haberles “desfigurado” el rostro, provocándoles una “deformación permanente” al aplicarles un “peeling” químico, una técnica para rejuvenecer la piel. La detención, en la que intervino personal de Interpol, se produjo cuando Zelicovich salía de una clínica en la que se encontraba desarrollando su actividad profesional, como si nada hubiera ocurrido. La Justicia argentina venía reclamando la detención de Zelicovich con vistas a su extradición, para juzgarlo en Buenos Aires por el delito de mala praxis. El proceso judicial contra Zelicovich causó conmoción en su momento, dado que se trataba de un prestigioso cirujano plástico, famoso por haber operado a las dos divas de la TV criolla: Mirtha Legrand y Susana Giménez.
Las denuncias, que se hicieron públicas en junio de 1998, fueron por dos operaciones practicadas en 1996 y en 1997. Las denunciantes son la actual diputada nacional justicialista Mirta Rubini y la cantante y profesora de música Edith Margulis. Además de haber asistido profesionalmente a Legrand y a Susana Giménez, el cirujano plástico detenido en España había tenido como clientes al pianista Bruno Gelber, a la hija del ex ministro de Economía Domingo Cavallo y a su esposa, Sonia Abrazian.
En Madrid, Zelicovich fue puesto a disposición del Juzgado Central de Instrucción Nº 3 de la Audiencia Nacional española y se presume que recién en enero estaría en condiciones de ser trasladado a la Argentina para ser sometido a juicio. El médico detenido tiene la doble nacionalidad y se había radicado en España desde hace tres años. En ese país atendía consultas y realizaba operaciones. Algunas versiones, que no pudieron ser confirmadas, mencionaron que también en España habría sido acusado por algunos presuntos casos de mala praxis.
Zelicovich tuvo que cerrar su consultorio en el barrio porteño de Recoleta por la repercusión y las consecuencias legales que tuvieron las dos denuncias que se formularon en su contra. En forma paralela, en ese año 1998 se habían conocido dos pedidos de quiebra en una de sus empresas de cosmetología. Esos expedientes judiciales fueron abiertos por bancos que lo requirieron por falta de pago de sus tarjetas de crédito. Una de las entidades era el ABN AMRO Bank de Holanda.
Zelicovich, discípulo del cirujano plástico brasileño Ivo Pitanguy, decidió salir de la Argentina cuando comenzó a complicarse su situación en la causa presentada en su contra por la diputada Rubini. El proceso, caratulado como “lesiones culposas y graves reiteradas”, quedó radicado en el Juzgado de Instrucción en lo Criminal 44º porteño. “Me hizo un lifting y un peeling y me desfiguró la cara”, dijo en ese momento a Página/12 la diputada Rubini.
Tanto Rubini como Margulis sufrieron quemaduras profundas en su rostro luego de que el cirujano plástico les realizara un lifting facial y les aplicara ácido tricloroacético para hacerles un tratamiento de pulido de piel. Las dos operaciones se realizaron en el Sanatorio Quintana. En junio de 1999, el juez Eduardo Da-
ffis Niklison dispuso el procesamiento de Zelicovich y le fijó un embargo de 300.000 pesos. En ese momento el cirujano plástico se ausentó del país para radicarse en España, previo paso por los Emiratos Arabes. Ahora, tendrá que regresar al país.