SOCIEDAD › EL OBISPO DE QUILMES CON BASEOTTO
Una ayudita de los amigos
Sin apelar a ningún versículo, el obispo de Quilmes, Luis Stockler, reclamó la renuncia del ministro de Salud, Ginés González García, estrechando filas con el polémico obispo castrense Antonio Baseotto y los antiabortistas. Nada interpretó Stockler sobre los Evangelios. Simplemente, atacó por el lado del reclamo eclesiástico más caro: “Si el ministro de Salud no representa la opinión del Gobierno en una materia de tanta gravedad como es la vida, garantizada por la misma Constitución de la Nación, sería congruente que ponga su cargo a disposición, o que el Presidente se lo requiera”.
El prelado señaló la “incoherencia del Gobierno con respecto a la defensa de la vida” hablando desde la Constitución, a diferencia de su colega de los militares, que había arengado desde la interpretación de la Biblia. “Reclamar la despenalización del aborto, con el argumento de la presunta cifra alta de abortos que se cometen, delata la verdadera intención de esta propuesta: legalizar el aborto y autorizar a los médicos a matar”, advirtió Stockler en un comunicado.
El quilmeño, citando supuestas “estadísticas oficiales”, contabilizó que la campaña de salud reproductiva, "promovida por el Banco Mundial y aplicada desde el Gobierno, ha producido en todos los órdenes el efecto contrario: crecimiento del embarazo adolescente, incremento exponencial de abortos, aumento de mortalidad materna”. Además, consideró que “el reparto alevoso de preservativos, sin consultar a los padres de familia, en vez de proteger la vida, promueve la promiscuidad sexual y destruye la verdadera educación para el amor y para la vida matrimonial”, subrayó el prelado.
“Como pastores sabemos de las consecuencias desastrosas en el alma de las madres” que abortaron, dijo, y opinó que “los gobernantes que lo propician son responsables de estas situaciones dolorosas”. Stockler destacó que “nuestra fe nos enseña que los seres humanos no desaparecen, aunque les quiten la vida”.