EL PAíS › DUDAS SOBRE LA CANDIDATURA DE
CRISTINA DE KIRCHNER EN BUENOS AIRES
Enroque de dama
El Presidente “no puede convencerla” de que sea candidata a senadora por el principal distrito electoral. Duhalde dijo que acordará “50 y 50” la lista de diputados nacionales con Kirchner. Aníbal Fernández podría ser la alternativa de la Rosada. Bielsa en la Capital.
Por Sergio Moreno
Cuando cobró estado público, la noticia conmocionó al establishment político de la provincia de Buenos Aires y puso el centro de atención nacional en el desembarco en ciernes: Cristina Fernández de Kirchner sería el ariete con el que su marido, el presidente Néstor Kirchner, había decidido abrir una cabeza de playa en el mayor distrito electoral del país. Desde entonces, la situación se encaminaba a un acuerdo con el caudillo Eduardo Duhalde para la nominación de CFK sin que ello significase una confrontación sangrienta con el aparato del hasta ahora señor de la comarca. Pero el escenario puede modificarse: si bien falta bastante tiempo para las elecciones y un poco menos para el armado de listas, en los pasillos de la Casa Rosada ya se comenta que la senadora tiene más que reticencias para competir en el distrito que la vio nacer. “El Presidente no puede convencerla; ella no quiere”, comentó a este diario un importante alfil del patagónico. En el Gobierno ya analizan posibles alternativas para el caso de que la senadora no quiera cambiar de distrito.
Kirchner fue quien dijo aquí y allá, siempre en privado, que su mujer sería su puente de desembarco en territorio duhaldista, un terreno que ni siquiera el menemismo, cuando estaba en su esplendor, pudo pisar. La imagen de la senadora por Santa Cruz es tan buena allende la General Paz que los sondeos la ubicaron rápidamente al frente de las preferencias en intención de voto de los bonaerenses. Ganadora en cada combinación que los encuestadores testeaban, pocos ponían en duda el desenlace de una estrategia pergeñada en la Casa Rosada y las largas sobremesas nocturnas de Olivos. “El proyecto” del cual gusta hablar Kirchner para nominar lo que será su paso por la más alta magistratura argentina contemplaba una movida de ese calibre: la dama a la provincia.
Pero parece que está ocurriendo lo imprevisto. Kirchner ha dicho a ocasionales contertulios, en esta semana que pasó, que su mujer no estaba convencida de la estrategia de marras. No por la estrategia en sí sino porque no quiere exponerse al desgaste que significa la campaña por un distrito que, si bien todo indica que la vería victoriosa con moderada facilidad, le impondría un trajín que duda adoptar.
“El Presidente está preocupado. No puede convencerla”, confió a Página/12 uno de los hombres que conversó con Kirchner sobre el asunto durante la semana pasada.
ARENGA Y NOTICIAS
La novedad circuló en forma más o menos reservada, si bien algunos hombres del poder conocieron anticipadamente algún gesto. Hace unos 15 días, Duhalde convocó a sus principales centuriones a uno de esos “asados de contención” de la tropa donde, además, bajó instrucciones y comentó novedades. La tenida gastronómica se realizó en la quinta “Los Caudillos”, que el ex ministro Hugo Toledo tiene en Ezeiza, habitual escenario de las “runflas” bonaerenses.
“Estaba exultante”, describió al ex presidente uno de los presentes en el asado de Toledo. Allí, Duhalde contó y a la vez instruyó lo siguiente:
- “Chiche (Hilda González de Duhalde) va a ser candidata a senadora, es casi un hecho”.
- “A la lista de diputados nacionales la armamos el Presidente (Kir-chner) y yo, y va a ser 50 y 50”.
El mandamás bonaerense no dijo nada acerca de CFK, pero dejó en claro que la designación de su esposa y diputada no colisionaría con el imaginario de la Casa Rosada, habida cuenta de que se sellaría un acuerdo para la nómina de candidatos a diputados nacionales más que generosa (a su paladar) para con Kirchner. De paso, Duhalde marcó una raya en la arena con su propia mesnada: “En esto nadie se cruce, será un acuerdo entre el Presidente y yo”, decodificaron los pretores duhaldistas en la sobremesa.
DESGUACE DEL GABINETE
Si bien los tiempos para las definiciones lejos están de agotarse en breve, en el Gobierno no quieren que la noche los pille sin cobijo. En los despachos más trajinados del primer piso de Balcarce 50 comenzaron a delinear un plan alternativo, en caso de necesitarlo. La pieza a mover en lugar de la dama sería el ministro del Interior, Aníbal Fernández. Bonaerense, de alto perfil, el nombre del ministro de notables bigotazos fue barajado también por algunos asesores de Duhalde para conformar la dupla de candidatos al Senado nacional por la provincia. “Sería una pieza de consenso”, dijo a Página/12 un íntimo del caudillo de Lomas de Zamora. En el esquema imaginado allende la General Paz no sólo no excluye sino que contempla la convivencia Chiche/Aníbal en la misma boleta.
El duhaldismo vislumbra en la conformación de esta fórmula una suerte de marca del acuerdo entre el Presidente y el ex. En la Casa Rosada no se habló de compartir la boleta, solamente de reemplazar a la primera dama por el belicoso ministro con ansias de ser gobernador bonaerense en el 2007. No obstante, al ministro Fernández la idea de reemplazar a la senadora Fernández no le gusta nada.
Sin embargo, la no comparecencia de CFK a la lidia electoral dejaría al Presidente ayuno de triunfos importantes en octubre de este año. Podría aducir una segura victoria en Santa Cruz, pero la falta de la conquista de un distrito de peso podría envalentonar a la latente liga de gobernadores –desvanecida desde la asunción de Kirchner– para hacerse acreedores de los triunfos en sus comarcas.
Por si no bastase, el otro distrito cuya suerte está en manos del Presidente es la Capital Federal, donde si bien todo se encamina a impulsar la candidatura a diputado del canciller Rafael Bielsa, no existen hasta ahora garantías de que el oficialismo pueda imponerse. La Ciudad Autónoma es un territorio donde el principal aliado del Presidente, el jefe de Gobierno Aníbal Ibarra, aún sufre las quemaduras de la catástrofe de República Cromañón.
¿Y quién reemplazaría a Bielsa en la Cancillería? En la Casa Rosada hay quien se anima a ensayar que ese sitio está reservado para el ministro de Economía, Roberto Lavagna.
Todos estos movimientos mutarían en mal recuerdo en caso de que CFK diese su brazo a torcer ante las argumentaciones del Presidente. Sin embargo, la senadora aún no ha abierto la espita de la abundancia que significaría su aceptación al combate y, con ello, un casi seguro triunfo del proyecto político que encarna su marido. Por lo tanto, las mesas de arena seguirán moviéndose, ahora más nerviosamente que antes.