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El 83 por ciento de la población del área metropolitana evaluó como “negativas” las expresiones del vicario castrense, Antonio Baseotto, quien sugirió atar una piedra al cuello del ministro de salud, Ginés González García, y tirarlo al mar, por su política de reparto gratuito de preservativos para prevenir el sida. En tanto, para un 10 por ciento, esas declaraciones resultaron “positivas”. El dato pertenece a una encuesta realizada por la consultora Equis, según la cual el 62 por ciento de los consultados se pronunció a favor de la despenalización del aborto. Curiosamente, sólo el 35 por ciento cree la mayoría de la sociedad está de acuerdo con esa medida.
El detalle del relevamiento hecho entre el 24 y 28 de febrero pasado a 400 mujeres y hombres de Capital Federal y distintos puntos del conurbano bonaerense midió, además, la opinión sobre el pedido del presidente Néstor Kirchner de pedir al Vaticano que reemplace a Baseotto en el obispado castrense: para el 54,8 por ciento de los consultados fue “positivo” que el titular del Ejecutivo haya reclamado el despido del obispo castrense y para el 31,8, “negativo”.
Pero el dato más relevante del estudio surgió en la respuesta a la pregunta “¿qué cree que opina la mayoría con relación a la despenalización del aborto?”: la mayoría piensa que sólo el 36,6 por ciento de la gente está a favor, siendo que casi el 62 por ciento de ella se había manifestado en esa misma postura.
El sociólogo Artemio López, autor del trabajo, explicó a Página/12 que “el hecho de que aun aquellos que piensan que hay que legalizar el aborto supongan que la mayoría piensa que está en contra tiene mucho que ver con la forma en que las instituciones y, sobre todo, los medios de comunicación instalan el tema en la sociedad y en la forma en que se construyen las creencias. A la vez marca claramente que la convicción personal tiene poco que ver con el discurso dominante”.
La desafortunada paráfrasis al Evangelio hecha por Baseotto que concluye en que al ministro de Salud habría que “atarle una piedra de molino al cuello y tirarlo al mar” fue vista como “positiva” por un 10 por ciento de la población; como “regular” por el 3,6 y fue “negativa” para el 83,4 por ciento.
Respecto de la despenalización del aborto, el 61,8 por ciento de la población metropolitana se expresó “a favor” y el 29,6 “en contra”. La posición mayoritaria respecto de esta cuestión no dista de las mediciones que se realizan sobre el tema y también “muestra que son muchos más los que condenan al obispo (83,4) que los que están por la despenalización. Es decir que en la posición de Baseotto hay un ejercicio de violencia tal que lo lleva a deslegitimarlo por encima de su propia posición” antiabortista, analizó el sociólogo.

Informe: Adrián Figueroa Díaz.