SOCIEDAD
Catorce años de cárcel para un empresario por abusar de una nena
Es el abogado Simón Hoyos, quien fue sorprendido hace dos años con la menor en un motel, en las afueras de la ciudad de Salta.
“Pido disculpas por mi conducta a una sociedad que se ha visto ofendida en la moral y las buenas costumbres”, dijo Simón Hoyos ante de conocer la resolución de la Cámara III del Crimen de Salta. El abogado y empresario fue sentenciado a 14 años de prisión –dos años más de lo que pidió la fiscalía– por “abuso sexual simple, en concurso ideal con corrupción de menores doblemente agravada”, en perjuicio de una nena de 8 años. Hoyos había sido detenido el 7 de febrero de 2003 en el motel Las Palmeras, ubicado al sur de la capital provincial, en compañía de la menor.
“Nunca estuvo en mi mente causarle daño a la pequeña, porque la quiero mucho y ella me quiere a mí, ni nunca pasó por mi cabeza generar daño en ella. La quiero muy mucho y ella me quiere”, afirmó Hoyos entre sus últimas palabras antes de oír la condena. El abogado Santiago Pedroza, representante legal de la nena abusada, opinó que con sus dichos, Hoyos “se está burlando del tribunal y de la sociedad, como lo ha hecho siempre”.
El tribunal presidido por Antonio Morosini e integrado por Susana Salico de Martínez y Alberto Fleming dio a conocer la sentencia poco después de las 12. Los jueces condenaron al profesional de 56 años a “la pena de 14 años de prisión, por resultar autor material y penalmente responsable del delito de abuso sexual simple, en concurso ideal con el de corrupción de menores agravada”, y ordenó que Hoyos pagara un resarcimiento de 50 mil pesos a la familia de la nena, una cifra inferior a los 120 mil reclamados por Pedroza. El abogado de la familia, de todas maneras, se mostró satisfecho con el fallo y expresó: “Creo que esto demuestra que se puede confiar en la Justicia salteña”.
Por su parte, la fiscal Graciela Herrera de Gudiño, que había pedido 12 años para Hoyos, calificó el fallo como “ejemplar”. En las catorce audiencias del juicio oral y público declararon 30 testigos. Pablo Tobías, abogado defensor del imputado, adelantó que apelará la resolución condenatoria.
Al ser retirado de la sala de audiencias, Hoyos se largó a gritar: “Soy inocente”. Al salir en una combi del Servicio Penitenciario provincial, el condenado fue insultado por un grupo de personas que se acercó para arrojarle huevos.
Según la versión de Hoyos, aquel 7 de febrero iba en camioneta a su finca llevando a la nena de 8 años por encargo de su madre, que era empleada de él. Durante el trayecto, dijo que sufrió un fuerte dolor de oídos que lo motivó a desviarse al motel Las Palmeras para utilizar el hidromasaje, con el supuesto fin de aliviar su dolencia. Pero los médicos citados para dar su parecer sobre ese argumento señalaron que ese tipo de baños no son recomendados para el dolor de oídos.
En su relato, el hombre aseguró que no ingresó con la niña a la habitación y que mientras se bañaba la escuchó llorar, por lo que se vistió, la sacó de la camioneta –donde supuestamente la había dejado– y le mojó la cabeza para calmarla. Hoyos fue sorprendido por la policía cuando salía de Las Palmeras, en cuya suite 23 había permanecido unos 50 minutos. Los efectivos llegaron alertados por empleados del establecimiento, que escucharon el llanto de la pequeña víctima.
Si bien Hoyos llegó a juicio bajo los cargos de abuso sexual, hace dos días la fiscal amplió la acusación a la de corrupción de menores doblemente agravada, lo que le permitió pedir una elevada pena de prisión efectiva, ya que ese delito contempla entre 10 y 15 años de cárcel. La fiscal basó esa ampliación sobre el severo trauma que sufrió la nena, al que se refirieron en el juicio varios psicólogos. Los profesionales coincidieron en que la nena no habló de todo lo sucedido por “bloqueo”, pero a través de elementos proyectivos, como juegos y otras técnicas, supieron que fue tocada en la zona genital. Determinaron que Hoyos intentó violarla, pero no pudo porque la nena lloraba mucho.
Hoyos no sólo estaba involucrado con la nena, sino también con su madre —que se desempeñaba como empleada doméstica en su vivienda– y dos de sus hermanas mayores. Una de ellas reveló durante el debate oral y público que el hombre la sometía sexualmente desde los 12 años, que a los 16 quedó embarazada por esas relaciones y que Hoyos la obligó a abortar. Esto motivó a la fiscal pedir la apertura de una nueva causa.