SOCIEDAD
Un operativo que dio con 520 kilos de cocaína y apenas tres perejiles
Es uno de los secuestros de droga más importantes en el país. La policía encontró la cocaína en un camión cerca de Luján. Hay tres detenidos, aunque ninguno de importancia en la banda.
Por R. K.
El dato fue aportado por un confidente a la Policía Bonaerense: un camión se dirigiría a Luján llevando una cantidad importante de droga. Esa información fue transmitida hace unos días al juzgado federal de Mercedes y desde allí se impartió la orden de realizar operativos para detectar el camión. Finalmente el vehículo pasó ayer por la mañana por la ruta 6, a la altura de Open Door, en Luján, y tras la fachada de una mudanza se encontraron 520 kilos de cocaína de máxima pureza. El vehículo venía de Santiago del Estero, adonde la droga llegó en una avioneta que aterrizó en una pista clandestina, y seguramente se dirigía a un puerto bonaerense para ser embarcada rumbo a Europa. Como es obvio, los tres detenidos aseguran que ellos sólo hacían una mudanza y que ni por asomo sabían que estaban trasladando drogas.
Los hombres del Ministerio de Seguridad bonaerense, que conduce León Arslanian, hicieron ayer el siguiente diagnóstico: “No fue ni un operativo de rutina en la ruta ni una gran investigación, sino un punto intermedio”. La realidad de la pesquisa es que el dato sobre el camión fue aportado recientemente por lo que se conoce como un buche. En forma oficial siempre se niega que el dato se aporte a cambio de dinero, pero ésa suele ser la verdad. De entrada, la información era incomprobable, pero de todas maneras se notificó al juez federal de Mercedes, Héctor Echave, quien de acuerdo con la llamada policía de seguridad, que está a cargo del subsecretario Martín Arias Duval, puso en marcha un operativo de vigilancia para ver si efectivamente el camión aparecía por allí. Ayer a las 6 de la mañana, el Mercedes Benz 608, con caja térmica, fue detenido por el destacamento Open Door que depende de la comisaría primera de Luján. En el marco de lo que aparentaba ser una mudanza, dentro de un ropero había 13 bolsas de 40 kilos de cocaína cada uno. Se trata de uno de los decomisos más grandes de la historia.
El camión venía de Santiago del Estero, de donde son oriundos dos de los detenidos, y se dirigía a Luján. Los especialistas en narcotráfico ya han mencionado más de una vez esa ruta de la droga. Se trata de cocaína originada en Bolivia y que de ese país se traslada a Santiago del Estero a través de una avioneta. Es más, en fuentes policiales anoche insinuaban que ya tenían detectado el lugar donde se produjo el aterrizaje, aunque ese dato no se podía confirmar.
La estrategia habitual consiste después en mover la droga a través de camiones hacia la costa bonaerense, no usando las principales rutas, sino algunas alternativas. Según coinciden los expertos, semejante cantidad no va destinada al consumo en el país, sino que pasa en dirección a Europa y su puerta principal, España: allí un kilo de cocaína pura se cotiza a unos 5000 euros, 12 o 13 veces más que los 500 dólares que hoy cuesta en Bolivia, donde hay actualmente sobreproducción. La forma de transportar los estupefacientes a España es casi siempre el barco y no pocas veces se realiza en el marco de envíos de pescado, un producto que por su olor hace más difícil la detección de cocaína. Por esa razón, el objetivo del envío –con un sistema de postas– probablemente fuera un puerto del sur bonaerense.
El camión de ayer iba a Luján, en donde se domicilia el tercero de los detenidos. Aunque todavía los que estaban en el vehículo no declararon, es obvio que dirán que a ellos les encargaron una mudanza y que por supuesto no revisaron los bolsos ni les correspondía. Seguramente ya les dieron a los hombres de la policía la dirección de destino, pero en casos anteriores los investigadores se encontraron con depósitos en los que no hay nadie. Los encargados de recibir la droga tienden a no perder de vista el camión, por lo que se enteraron de inmediato que fue parado por los policías. Lo habitual es que, trascartón, dejen desierto el lugar dedestino. Algo similar pasó con el caso Southern Winds: cuando quien debía recibir las valijas en Madrid percibió que la Guardia Civil las tenía marcadas se hizo humo y las maletas giraron y giraron en la cinta de los equipajes. Hasta hoy sigue sin quedar del todo claro quién iba a retirar los 60 kilos de cocaína en el aeropuerto de Barajas.
“El cargamento que detectamos es de una dimensión infrecuente –dijo ayer Arslanian–. Nosotros estamos en una suerte de ofensiva: queremos librar la gran batalla contra la droga en el Gran Buenos Aires. Hay que tirar la piola por los sectores más chicos: es claro que los lugares donde se comercia droga se conocen.”
En realidad el desafío del juez y los investigadores será establecer más precisamente cómo llegó la droga a Santiago del Estero, quién la recibió allí, quiénes fueron los cómplices, a dónde se estaba llevando y cuál era la vía por la que se iba a transportar seguramente a Europa. En una palabra, atrapar la organización, algo que no será para nada fácil.