SOCIEDAD › CASOS MARITA VERON Y ANNAGRETH
Tras la conexión
“Aun cuando haya sido elevado un auto de procesamiento contra César Cuevas, el único detenido en la causa por la desaparición de Annagreth Würgler, este juzgado está averiguando en el sentido de que esta ciudadana suiza pudiera estar en algún circuito de prostitución. De hecho hemos allanado unas whiskerías propiedad de Raúl Pierri y de otro sujeto de apellido Lobos”, dijo a este diario el juez Walter Moreno. También confirmó que Pierri, el último proxeneta que según los testimonios habría “comprado” a Marita Verón, fue indagado el último miércoles y que quien sería su socio, Alberto “Beto” Corso, se presentaría el lunes para responder sobre sus acciones la noche del 29 de agosto de 2004, cuando Annagreth Würgler fue vista por última vez.
“Mi presunción, tal como lo escribí en el auto de procesamiento de Cuevas, es que estamos en presencia de un homicidio simple, o de una violación seguida de muerte. Pero no puedo desechar otras hipótesis y por eso es que estamos tomando declaraciones testimoniales e indagatorias”, aseguró Walter Moreno, juez de la localidad de Villa Unión, distinto de Daniel Moreno con jurisdicción en La Rioja capital y que entiende en la causa de María de los Angeles Verón. Claro que sobre lo que contestó Raúl Pierri se limita a lo que hizo aquellas noches del invierno de 2004 cuando la turista suiza fue vista por última vez en compañía de César Cuevas, dueño de una pequeña empresa de turismo y de una camioneta en la que transportaba pasajeros hacia la zona de Talampaya.
–¿Por qué cree que la joven suiza habría sido asesinada cuando todavía no se halló el cuerpo? –preguntó esta cronista al juez.
–Ella se comunicaba cada tres o cuatro días con su novio o su familia y en un momento dejó de hacerlo. Además, la última vez que sacó plata de un cajero fue el 27 de agosto.
–Pero si estuviera secuestrada tampoco habría podido sacar dinero.
–Es verdad, tampoco. Pero hemos encontrado restos de sangre humana en la camioneta de Cuevas, aunque no sabemos aún si pertenecen a la ciudadana suiza, también se encontraron balas servidas.
El mismo miércoles, mientras Pierri declaraba, los abogados Saúl Ibáñez —de Marita Verón– y Santiago Domenech –por Würgler– se reunieron para intercambiar información que sería presentada a la brevedad en Ginebra.