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Juan Carlos Fortuny no pasaría mucho más tiempo en libertad; su destino cercano parece ser un calabozo. El hombre acusado de robar unos 600.000 pesos de los fondos de personas mentalmente alienadas, jugarse el dinero en el Casino Flotante y después simular un secuestro, sería acusado por malversación de fondos y extorsión, delitos no excarcelables. La procuradora María del Carmen Falbo ya había separado a Fortuny de su cargo el miércoles, pero ayer directamente intervino la Curaduría, el organismo que administra el dinero de los alienados. Al mismo tiempo, se realizaba una auditoría contable, con la que se comprobarán los robos, con lo que Fortuny quedaría a un paso de la cárcel. Una curiosa autodenuncia ante el cuestionado juez César Melazo le ha permitido a Fortuny escaparles a las rejas hasta ahora.
Los primeros pasos de la investigación demostraron que el funcionario fue firmando cheques de hasta 9000 pesos –hasta allí llegaba su facultad–, cobraba el dinero por ventanilla y después se iba derechito al casino. En algunos casos, llegó a firmar dos, tres y hasta cuatro cheques por día, algo inhabitual, y lo hizo a lo largo de un año y medio. Según los primeros indicios, los resúmenes bancarios fueron fraguados por el propio Fortuny, para esconder el desfalco. Cuando se complete el estudio contable del robo, el fiscal Marcelo Romero estará en condiciones precisas de pedir la detención del funcionario.
En verdad, Fortuny iba derechito al calabozo el lunes pasado, después de que simulara un secuestro. A través de mensajes de texto enviados desde su celular, había pedido a su familia que pagara 200.000 pesos a los supuestos secuestradores. Intervino un fiscal federal y los investigadores de la Bonaerense, que de inmediato se percataron de la maniobra. Cuando estaban a punto de detenerlo, Fortuny –acompañado de los integrantes de un poderoso estudio de abogados de La Plata– se presentó ante el juez Melazo y se autodenunció por el desfalco. En forma asombrosa, el magistrado rápidamente se declaró competente, le tomó declaración y lo dejó en libertad.
Según lo que sostienen juristas platenses, el funcionario debería ser imputado por malversación de fondos públicos y extorsión, a raíz del autosecuestro. Con semejantes imputaciones, Fortuny debería quedar preso. Al mismo tiempo, la procuradora Falbo consideró que existe responsabilidad de los titulares de la Curaduría, por cuanto significa una grave falta de control la desaparición de semejante cantidad de dinero.