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Finalmente, anoche durmió en una celda el ex funcionario que se robó 597.000 pesos de una cuenta de personas con problemas mentales, se jugó ese dinero en el casino, lo perdió y finalmente intentó sacarle 200.000 pesos a su familia simulando un secuestro. El fiscal Marcelo Romero tiene ahora tres días para fundamentar un pedido de prisión preventiva, seguramente basado en que el delito perpetrado por Juan Carlos Fortuny, malversación de caudales públicos, tiene una pena que va de dos a diez años de prisión y que por ese máximo no es excarcelable. Además, está pendiente el delito de extorsión por el autosecuestro. El pedido de prisión preventiva deberá luego ser resuelto por el juez César Melazo, que tuvo una curiosa actuación en el caso hasta el momento.
Durante un año y medio, Fortuny fue sacando dinero firmando cheques de nueve mil pesos de la Curaduría, un organismo de la Procuración bonaerense. Hubo días en que emitió dos y hasta tres cheques, retiraba el dinero en efectivo y se lo jugaba en el casino. El sostiene que sólo en el Casino Flotante del puerto porteño y otros aseguran que también concurría al de Tigre.
Tras perder los 597.000 pesos, el funcionario urdió un autosecuestro. A través de mensajes de texto de su celular le comunicó a su familia que estaba en manos de secuestradores y que había que juntar 200.000 pesos para el rescate. Su familia hizo la denuncia, intervino la Secretaría de Investigaciones del Ministerio de Seguridad, que enseguida detectó que Fortuny estaba en realidad alojado en un hotel de La Plata, y cuando lo iban a detener, él mismo se presentó ante el juez Melazo y se autodenunció. Según han señalado distintos medios, el estudio de abogados que defiende a Fortuny es el mismo que representa a Melazo en un juicio. Ha pasado un mes desde la autodenuncia y en todo este tiempo el funcionario durmió tranquilamente en su casa. Eso sí, hace una semana protagonizó una especie de show en el que supuestamente se entregó a la Justicia. En verdad, fue una jugada sin riesgo alguno, ya que no había orden de detención y Fortuny sabía perfectamente que no iba a ir preso.
La Cámara de Apelaciones platense resolvió el lunes confirmar en el caso al juez Melazo pese a la recusación que planteó el fiscal Romero. De inmediato, el magistrado tuvo que expedirse sobre el pedido del fiscal de detener a Fortuny, lo que se concretó ayer. Ahora Romero deberá fundamentar antes del viernes el pedido de prisión preventiva y habrá que ver si Melazo confirma la prisión o deja a Fortuny en libertad.
Los defensores de Fortuny ya han adelantado su estrategia: dirán que se trata de un hombre inimputable por su adicción al juego y en algún momento incluso sugirieron que podrían hacerle juicio al casino y además al Estado que permite su funcionamiento. El fiscal Romero, mientras tanto, no sólo acusará a Fortuny sino que estudia si tuvo cómplices. Además, se investiga la sospecha de que no se jugó todo el dinero: una parte la tendría guardada.