SOCIEDAD
Absolución en un caso de abuso por falta de pruebas
Una preceptora de un colegio religioso que era juzgada por abuso sexual fue absuelta por un tribunal oral de Lomas de Zamora, que consideró insuficientes las pruebas aportadas por el fiscal. Dos de las familias apelarán la resolución.
La denuncia se conoció en 2002. Tres chiquitas que iban al nivel inicial de un tradicional colegio religioso señalaban a su preceptora como quien las había manoseado dentro de la institución, ubicada en Llavallol, partido de Lomas de Zamora. Una de las nenas presentaba ruptura de himen. El caso llegó a juicio oral y público y, ayer, el tribunal decidió absolver a la docente, por considerar que las pruebas reunidas por el fiscal no eran suficientes para condenarla. Dos de las tres familias denunciantes apelarán la sentencia.
El 29 de mayo de 2002, una alumna del jardín de infantes del colegio Euskal Echea volvió a su casa quejándose de fuertes ardores vaginales. Su madre observó manchas de sangre en la bombacha de la nena de tres años y, más tarde, las pericias médicas revelaron una ruptura de himen “compatible con la penetración de un dedo”. En ese momento, la chiquita señaló como la autora de la agresión a su preceptora. La mujer, María Clara Viviano, fue acusada del delito de abuso sexual agravado y gravemente ultrajante por su condición de educadora.
Al iniciarse la investigación, el fiscal Oscar Acevedo incluyó el testimonio de otras dos nenas, también de tres años, que afirmaban haber sido manoseadas por la preceptora. El juicio oral comenzó el 9 de mayo, y el lunes pasado la querella solicitó 18 años de prisión sobre un máximo de 20 que el Código prevé para este delito, mientras que el pedido de la fiscalía fue de 16 años. Ayer, el tribunal oral 9 de Lomas de Zamora dictó la absolución pedida por la defensa.
Los jueces Victoria Balve, Darío Belucci y Gabriel Vandenber consideraron que las “deficiencias probatorias aportadas” por la fiscalía impedían condenar a Viviano, y aplicaron el beneficio de la duda.
Al momento de conocerse la decisión de los magistrados, varios miembros del colegio Euskal Echea, presentes en la sala de audiencias, festejaron con aplausos. “Desde el primer día pedimos al tribunal la absolución, porque sabíamos que esto no había pasado”, afirmó Julio Adrián Rivas, abogado patrocinante de la acusada. Por su parte, Delia Cantero, representante de la querella, anticipó que dos de los padres apelarán la medida.
La letrada aseguró que para ella y para el fiscal “está probada la autoría y materialidad” de los hechos. “Hay elementos para atacar la sentencia”, subrayó Cantero. En ese sentido, señaló que uno de los motivos por los cuales se absolvió a Viviano fue que no se sometió a las niñas a “Cámara Gessell, ya que las psicólogas consideraron que se revictimizaba a las chicas”, que actualmente tienen seis años.
En tanto, el defensor de la maestra apuntó: “A partir del momento en que tomamos la defensa sostuvimos que los chicos habían sido inducidos a reponder de acuerdo con los intereses de la acusación”. Celina Magrini, quien era directora de la escuela cuando se hizo la denuncia, sostuvo que “estamos desde un principio con ella, a pesar de que el periodismo decía que nos habíamos encerrado y que sosteníamos que esto no había ocurrido. Nos encerramos en lo que era la verdad”, insistió.