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“Es el primero que representa a un linaje desconocido por completo”, se entusiasmó Pablo Puerta, jefe del Departamento Técnico del Museo Paleontológico Egidio Feruglio (MEF), de Trelew. Puerta integra el equipo que, con la participación de la Colección Estatal de Paleontología y Geología de Bavaria, Alemania, descubrió en Chubut al Brachytrachelopan Mesai. La novedad de este saurópodo (dinosaurio herbívoro), consiste en su cuello corto, “más corto que el de ningún otro saurópodo conocido”, aseguró el investigador argentino. Esto hizo que fuera un bicho particularmente raro entre sus pares, ya que los herbívoros como él se caracterizaron por ser los más gigantes entre los dinosaurios. Para el MEF, el Brachytrachelopan demuestra que los saurópodos “fueron más variados y versátiles de lo que se cree, y fueron capaces de adaptarse rápidamente a nuevas condiciones”. El descubrimiento se publica hoy en la edición de la revista científica Nature.
Puerta explica que “brachytrachelo” quiere decir “cuello corto”; que “pan” remite al dios griego de los pastores, y “Mesai” responde al apellido de Daniel Mesa, en cuyas tierras del paraje Cerro Chivo, a 380 kilómetros de Trelew, aparecieron los huesos. Mesa es un criador de ovejas que en 1992 fue a buscar a una que se había perdido. Allí encontró la columna vertebral a la intemperie, pero nunca lo comentó “porque nunca pasaba nadie por ahí”, contó Puerta a Página/12. El pastor guió a los paleontólogos hasta el lugar, donde vieron los fósiles en estado “excelente”, ya que al estar bastante completa la columna vertebral, “se rescata muchísima información”, dijo Puerta.
Mientras los dinosaurios herbívoros llegan a medir unos 30 metros de largo, el Brachytrachelopan tiene menos de diez metros de longitud. Vivió en el Jurásico Superior, hace 150 millones de años. Su cuello es un 40 por ciento más corto que el de los dinosaurios de su misma familia, los dicreosaurios, afamados por haber tenido un cuello relativamente corto.
Según el paleontólogo alemán Oliver Rauhut, integrante del equipo, el reducido tamaño del Brachytrachelopan respondería a “la especialización en cierto tipo de fuente alimenticia”, ya que sólo alcanzaba las plantas que estaban a dos metros del suelo.
Para Puerta, el cuello corto “no afectaba su capacidad de supervivencia. Podía llegar a un nicho alimenticio que no explotaban otros”. Este saurio agrega una gota más “a una controversia entre los paleontólogos que tiene más de 150 años”, ya que los herbívoros eran vistos como seres “ecológicamente restringidos”. Pero los huesos que se exhibirán hacia fin de año en el MEF demuestran que tenían “mayor capacidad adaptativa que la que se les acredita”.

Informe: Sebastián Ochoa.