SOCIEDAD › ROBAN UNA PC AL BANCO Y LA DONAN
Robin Hood rosarino
En Rosario aparecieron, junto con la crisis, tres emuladores de Robin Hood. Pero en épocas de corralito la leyenda tuvo que adaptarse: robarles a los ricos para darles a los pobres es, en este caso, sacarle la computadora al banco para donarla a un hospital. Fue así como tres jóvenes se presentaron en el Hospital de Niños Víctor Vilela para entregar una máquina usada que habían sustraído del Banco Francés destrozado el martes pasado a la madrugada.
En la mañana del miércoles, tres jóvenes se acercaron hasta el establecimiento para efectuar la donación de una computadora usada. “No quisieron dar el nombre y apellido, pero esto no es infrecuente porque generalmente la gente o empresas que hacen donaciones las hacen en forma anónima”, contó a Página/12 Karen Liljesthrom, directora del hospital.
Tras dejar la caja en manos de las autoridades hospitalarias, los muchachos se fueron tranquilamente. Cuando el personal la abrió encontró una CPU, un monitor y un mouse. “Llamaba la atención que la cpu estaba rota, como arrancada y además había un sobre que adentro tenía un papel escrito –agregó la directora–. El sobre no tenía ningún tipo de identificación ni datos, aunque la nota que estaba dentro hacía algunas consideraciones que analizará el juez.” De todos modos, no había ningún logo del Banco Francés visible. “Había también una calcomanía que no se veía demasiado bien, pero lo más llamativo era el mal estado del equipo”, comentó.
Como el regalo les resultó un poco raro, decidieron presentar la denuncia en el juzgado de instrucción de Juan José Pazos. “Es una circunstancia muy extraña, pero al inicio no notamos nada fuera de lo común”, dijo Liljesthrom. El magistrado ordenó el secuestro de la computadora y del escrito que había en su interior, y pudo comprobar que había sido robada en la sucursal del Banco Francés, ubicada en San Martín y Lamadrid, en la zona sur de Rosario.
En la madrugada del martes, algunas personas –que todavía no fueron identificadas– descendieron de un automóvil de color blanco y destrozaron la vidriera de esta entidad, armados con barras de hierro. Y aquella misma jornada otros cuatro bancos fueron agredidos en La Plata y Capital Federal, la mayoría sucursales del Banco Francés.