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En la localidad de Castelli, provincia de Chaco, la larga sequía parece haber llegado a su fin. Aunque la solución no fue completa: un temporal de viento, lluvia y granizo derribó decenas de casas e hirió a varios de sus pobladores. La caída de agua que se hacía esperar desde abril pasado llegó al oeste chaqueño con el ímpetu que pudo haber acumulado en todos estos meses. “Hay heridos y destrozos materiales. Una importante cantidad de familias se quedó sin vivienda. Familias numerosas, con seis o siete hijos, se quedaron completamente sin nada”, detalló el intendente, Leonardo Yulán. No obstante, el temporal llevó alivio a la producción agropecuaria de la zona, que estaba agonizando por la falta de lluvias. Las tormentas también afectaron a Pampa del Infierno. Y en toda la región cayeron entre 70 y 120 milímetros. Además, vientos de más de cien kilómetros por hora hicieron caer postes, cables de electricidad y dos antenas. En tanto, el pronóstico para la región anticipa que continuará el mal tiempo con probabilidad de tormentas de menor intensidad hasta el jueves.