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“La seguridad no se piensa en términos de costos sino de inversión”, resumió el jefe de la intervención de la Policía de Seguridad Aeronáutica (PSA), Marcelo Saín, al dar anuncio a las nuevas medidas que se implementarán a partir de ahora en los aeropuertos nacionales. Este nuevo sistema de identificación para el personal aeroportuario utilizará tarjetas inteligentes y tecnología biométrica: los empleados sólo podrán acceder a sus lugares de trabajo después de identificarse con una tarjeta y su propia huella digital. Con este nuevo sistema, por ejemplo, no se distribuirán credenciales de acceso a zonas restringidas a los juzgados, como se hacía antes de la intervención.
El nuevo permiso servirá como llave electrónica en todos los accesos, permitiendo el control integral y el registro de los movimientos en los sectores autorizados. La tecnología biométrica impide duplicaciones o falsificaciones de credenciales y su utilización por una persona distinta de su titular.
Hasta la intervención de Saín, la jefatura de la ex Policía Aeronáutica había concedido una serie de dudosos beneficios (credenciales del tipo free pass que permitían el acceso libre a áreas restringidas) a juzgados cuyos titulares solían manejarse con plena libertad en Ezeiza. Estas tarjetas se extendían por decisión de la PAN a pedido de juzgados y también de embajadas y tenían vigencia por un año.
En ese sentido, el subinterventor de la PSA, Julio Postiglioni, señaló a este diario que “no entregamos credenciales a juzgados porque no necesitan credencial si entran cumpliendo una función judicial, es decir, si vienen a hacer un allanamiento”.
Por otro lado, a las embajadas sólo se les entregarán “seis credenciales a cada una. Las embajadas cuentan con credenciales por la función protocolar que cumplen. Ellas se acreditan a través de la Cancillería”.
El interventor recordó: “Llegamos aquí a partir de una situación de crisis y a veces eso impide ver que se requiere de medidas de planificación e inversión de mediano y largo plazo para seguridad” e insistió en que “el control de la población aeroportuaria es fundamental”.
El caso de Southern Winds, en el que se descubrió una red de tráfico de cocaína a España, actuó como elemento impulsor de estas medidas. Saín indicó que durante los primeros 9 meses de 2005 se incautaron 450 kilos de cocaína, el doble que el año anterior, cuando el promedio anual histórico era apenas de 130 kilogramos.
El nuevo sistema contará con identificación biométrica, es decir, las nuevas tarjetas permiten grabar información personal y laboral encriptada, posibilitando la identificación del portador. “Esto no sólo está pensado para todos los aeropuertos del país. Hace un mes y medio que comenzamos en la terminal de carga de Ezeiza y llegará a todo el aeropuerto en los próximos tres meses”, dijo Saín.
Se proyecta además la ampliación de la red de video existente, instalando cámaras en los puntos de control de acceso, lo cual permitirá el contraste visual simultáneo y asociado de la imagen en vivo del usuario en el acceso con la foto registrada en la base de datos.