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Tenían las manos atrás, atadas con cinta de embalaje y cables de luz. Los dos perros rottwiler descansaban, mansos, en el patio de la casaquinta. Sobre la mesa, como si se tratara de un mensaje silencioso, había 11.500 pesos. Les habían tapado la cabeza con bolsas de plástico: con ellas, según las primeras pericias analizadas por los investigadores, los mataron, asfixiándolos. El, Angel Alberto Marcos, de 37 años, era docente, y secretario privado de un senador provincial. Ella, Nancy Alejandra Nolasco, de 30, también docente, era su novia.
Nada se sabe de sus asesinos. Pero sí de sus intenciones: se trataría de un crimen mafioso, de una venganza cometida por profesionales que trabajaron durante la madrugada del viernes pasado, antes de la Navidad, en Del Viso, Pilar, una zona donde apenas se los veía ir y venir en su cuatro por cuatro.
La camioneta, una Toyota Hilux, apareció ayer quemada en Tortuguitas.
Había desaparecido el mismo viernes, cuando los sicarios se retiraron en ella de la escena del crimen sin llamar la atención, sin ruidos, sin haber siquiera tenido que disparar para eliminar a la pareja. No violaron las cerraduras: las puertas estaban cerradas por dentro. Entraron como conocidos. De la mano de los dueños.
Lo cierto es que nada llamó la atención de los vecinos. Pero sus familiares intentaron comunicarse con ellos durante las vísperas de la Nochebuena. Recién los encontraron el 25, pasadas las 12, cuando un cuñado de Angel llamó a la policía, extrañado por la ausencia navideña.
Angel Marcos estaba en la bañera, en posición fetal. Atado de pies y manos, su cuerpo yacía desplomado con una bolsa de nylon en la cabeza. No tenía marcas. Tampoco le encontraron magulladuras a su mujer, que había sido asesinada con similar factura. Ella fue abandonada en el cuarto de al lado, boca abajo. También le ataron las manos atrás de la espalda. Y los pies. Usaron cinta de embalar. Y cables de teléfono.
La policía dijo que en la casa se encontraron importantes documentos, entre ellos cerca de una docena de títulos de propiedad de Marcos y cuatro pasaportes a su nombre, en los que figuran viajes a países sudamericanos, muchos de ellos a Bolivia. Los investigadores reconstruían ayer los últimos movimientos de la pareja y estudiaban los llamados realizados desde el teléfono de la casa y de los celulares.
Ayer, la Unión de Docentes de la provincia de Buenos Aires (UDocBA) reclamó “una profunda investigación” de los asesinatos. Angel Marcos era secretario de la delegación Pilar de ese gremio. El secretario general de UDocBA, Miguel Díaz, dijo en un comunicado que “por la forma en que fueron encontrados los cuerpos, con posibles causas de muerte por asfixia, y el hecho de haber sido hallados aproximadamente 48 horas después de haber desaparecido de los lugares que frecuentaban, hacen suponer un caso con características mafiosas”. Por su parte, el senador Molina, del Frente para la Victoria, se mostró conmovido por el asesinato de su asesor. Aseguró que se trataba de “una persona divina” y “muy trabajadora”.