El último día del Haj, la multitudinaria peregrinación a La Meca, terminó en tragedia. Al menos 345 peregrinos que iban a esa ciudad murieron como consecuencia de una avalancha, ocurrida en la vecina ciudad de Mena. La tragedia ocurrió mientras los peregrinos participaban del masivo ritual de lanzar piedras al demonio.

La cantidad de víctimas fue confirmada por el ministro saudí de Sanidad, Hamid bin Abdala Al Manei, quien precisó que el número de heridos “asciende a 289”, de los cuales no se sabe sus nacionalidades. Al Manei estimó que la causa de la tragedia habrían sido los equipajes que suelen portar los peregrinos el último día del ritual. La hipótesis del funcionario es que algunos de ellos se les cayó el equipaje por el camino y cuando se agacharon a recogerlo fueron pisados por los que venían detrás.

El lugar de la tragedia es el puente de Yamarat, por donde ingresan las columnas de peregrinos. Al Manei reconoció que es una zona muy peligrosa y anunció que el Gobierno saudí se dispone a ensancharla el próximo año para evitar accidentes como el de hoy.

El rito del apedreamiento al diablo pone fin a la peregrinación anual musulmana. Ayer, cientos de miles de fieles realizaban por tercer día consecutivo la lapidación, una ceremonia en la que los peregrinos arrojan siete piedras contra tres pilares que simbolizan el demonio, con la intención de liberarse del pecado.

Pese a la prohibición, mucha gente había llevado grandes maletas consigo al dirigirse al puente donde ocurrió la tragedia. Es que, según los periodistas árabes, muchos peregrinos que llegan desde el sudeste asiático o desde Africa no entienden las indicaciones en lengua árabe.

Las ambulancias demoraron en trasladar a los heridos y a los cadáveres, que estuvieron durante horas bajo el sol. Como testimonio, quedaba la pila de maletas y otros elementos personales de las víctimas.

Médicos de La Meca aseguran que la mayoría de las víctimas murieron asfixiadas. “De repente hubo una gran presión de todos lados, debajo de mí había gente, en todas partes había gente”, dijo un sobreviviente de la tragedia a la cadena televisiva Al Arabiya. Entre los muertos hay ciudadanos egipcios, yemenitas, paquistaníes e indios, así como miembros de las fuerzas de seguridad de Arabia Saudita.

La peregrinación contó este año con dos millones y medio de peregrinos llegados de distintas partes del mundo. El pasado 5 de enero murieron 76 personas al derrumbarse un edificio de cuatro pisos que funcionaba como hotel en La Meca, mientras que otras 62 resultaron heridas.

Pese a las medidas de seguridad que todos los años ponen las autoridades saudíes –esta vez se había desplegado una fuerza de 60 mil hombres–, los accidentes de este tipo son frecuentes. En 1990, más de 1400 peregrinos murieron en una estampida similar en uno de los túneles que llevan a las columnas de Mena, a las que los fieles apedrean en ocasiones con siete piedras recogidas en el camino (ver recuadro).

La peregrinación a La Meca es uno de los pilares del Islam y para los musulmanes es obligatorio cumplir al menos una vez en la vida con ella.