Una ballena franca austral, de unos 15 metros de largo, ingresó ayer por la tarde a la rada interior del puerto de Mar del Plata. Con el marco de una tarde soleada, espléndida, la visita inesperada congregó a varios centenares de turistas que pasan las vacaciones de invierno en la costa atlántica. La ballena parecía estar saludable, según lo que informaron a la prensa voceros de la Prefectura Naval. “Es posible que haya ingresado a la rada para descansar y para alimentarse”, estimó una fuente de la fuerza de seguridad. En esta época del año, las ballenas migran hacia el Norte. Al caer la tarde, la ballena permanecía en la zona portuaria y era permanente el arribo al lugar de los turistas.

El animal marino entró al puerto marplatense por el canal de acceso entre las escolleras norte y sur. Un grupo de prefectos, sobre un gomón, realizaron tareas tendientes a lograr que la ballena emprendiera el retorno hacia las aguas profundas, pero hasta anoche todos los esfuerzos no tuvieron éxito. Expertos de grupos ecologistas locales coincidieron en que “la ballena seguramente vino en busca de la tranquilidad de estas aguas para descansar y luego continuar su viaje hasta la zona de Península Valdés, donde todos los años se congregan los ejemplares para procrear y tener sus crías”. Por un día, los lobos marinos dejaron de ser las estrellas del puerto marplatense.