SOCIEDAD

El choque de aviones habría sido culpa de los controladores aéreos

El choque se produjo cuando ambos aviones intentaban esquivarse. Al parecer, los controladores advirtieron demasiado tarde que debían cambiar la ruta.
La mayoría de los muertos eran chicos rusos que iban de vacaciones.

El choque entre dos aviones, uno de pasajeros y otro de carga, ocurrido el lunes a la altura de la frontera de Alemania con Suiza dejó un saldo más que trágico: 71 personas fallecidas, 52 de ellas chicos, provenientes de la República rusa de Bashkortostán. Aunque las causas de la colisión aún no fueron establecidas, las acusaciones cruzadas entre los responsables de la compañía aérea rusa y las autoridades de ese país con los controladores aéreos suizos ya comenzaron a levantar polvareda. Por lo pronto, si bien las hipótesis sobre posibles errores humanos suenan con fuerza, sólo se sabe que el choque se produjo cuando ambos aviones perdieron altura, en un frustrado intento por esquivarse.
Apenas habían pasado unos minutos de las 23.40 del lunes cuando el cielo de la localidad alemana de Ueberlingen, próxima al lago Constanza, se iluminó por completo. El choque entre el Tupolev TU 154 de la Bashkirian Airlines con 69 personas a bordo y el Boeing 757 de carga perteneciente a la compañía de mensajería estadounidense DHL acababa de ocurrir a casi 12 mil metros de altura. Inmediatamente comenzaron a caer sobre un radio de 30 kilómetros los restos del accidente. Varias horas después, se conocería lo peor: la mayoría de las víctimas eran chicos rusos que viajaban desde Moscú hacia Barcelona para pasar dos semanas de vacaciones en la Costa Dorada, en Cataluña. Los niños fallecidos –8 menores de doce años y 44 menores de 16– viajaban en el Tupolev acompañados por cinco adultos y eran en su mayoría hijos de altos funcionarios y miembros del gobierno de Bashkortostán.
Con la tragedia consumada, las acusaciones mutuas de las autoridades relacionadas con el hecho no tardaron en llegar. Mientras los expertos rusos responsabilizaron por el accidente a sus pares suizos encargados de controlar la altura de ambos vuelos e instalaron la hipótesis del “error humano”, el propio primer ministro de aquel país, Mijail Kasyanov, descartó que esos errores proviniesen de los pilotos del Tupolev. En declaraciones a la prensa, el director del Servicio Estatal de Aviación Civil ruso, Alexander Neradko, sostuvo: “Obviamente aquí hubo algún error humano”. “Errores como éste no surgen de la nada. Los causan una serie de factores, incluyendo algunos relacionados con el control del vuelo en tierra”, afirmó quien es la máxima autoridad aeronáutica rusa.
Por su parte, desde París, Mijail Kasyanov, luego de mantener una comunicación telefónica con los directivos de la empresa aérea, aseguró que el Tupolev accidentado era “prácticamente nuevo” y su tripulación, “una de las más experimentadas de la compañía”. De esta forma, Kasyanov echó por tierra las hipótesis planteadas por los controladores acusados, quienes hicieron eje en una supuesta desatención de los pilotos de la nave a sus advertencias sobre el riesgo real de choque. Según los suizos, un posible desconocimiento del idioma inglés por parte de los pilotos rusos explicaría el hecho de que el avión reaccionara en forma lenta a las instrucciones de modificación del rumbo.
Quien intentó zanjar la polémica fue Anton Maag, director de Skyguide en Zurich, el organismo de controladores aéreos suizos que supervisaba los vuelos el lunes por la noche. Según Maag, sus colegas habrían actuado “un poco tarde” ya que apenas pasó un minuto entre la primera advertencia y el momento del choque. Sin embargo, el especialista hizo hincapié en que el avión ruso inició la operación de descenso recién después de la tercera advertencia del controlador, por lo que la responsabilidad sería de ambas partes. Lo que no supo explicar Maag fue la ausencia de un aviso de los controladores al avión de DHL.
El accidente se produjo entonces cuando ambos aviones iniciaron la operación de descenso. En el caso del Boeing, debido a su dispositivo automático de prevención de choques. Hasta anoche habían sido recuperados 26 cuerpos sin vida y las dos cajas negras del Tupolev, mientras continuaba la búsqueda de las cajas de la nave estadounidense. Por la tarde, 15 expertos rusos llegaron al lugar para participar en lasinvestigaciones, al tiempo que se esperaba para hoy el arribo de otro contingente de expertos de Estados Unidos y Suiza.

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Lo que quedó: uno de los restos del avión que cayó sobre una ciudad alemana.
El propio titular de los controladores suizos dijo que habrían actuado “un poco tarde”.
 
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