Después del operativo policial en la casa del abogado Gabriel Marcelo Novaro, ubicada en el lujoso Barrio Parque porteño, el Registro Nacional de Armas (Renar) intimó al propietario para que en el plazo de 24 horas –desde ayer– entregue las siete armas, cortas y largas de diversos calibres, que posee. El letrado tiene vencido el permiso desde el 2 de enero de este año y, según el organismo dependiente del Ministerio del Interior, tampoco declaró el cambio de domicilio, como lo establece la nueva reglamentación. Además, desde el Renar aseguraron que “si no devuelve las armas en el tiempo estipulado, se le abrirá al abogado una causa penal”. En tanto, Novaro afirmó a este diario que no recibió notificación alguna sobre la decisión del organismo ni una citación judicial.

El Renar le había rechazado la renovación de la autorización de legítimo usuario por tener abierta una causa por estafa. Pero para Novaro, de 40 años, esa causa está cerrada. “Estoy con una probation”, contó a Página/12. Las armas, dice, las tiene en la caja fuerte de un banco.

Asimismo, Novaro, negó haber efectuado disparos desde su casa contra animales y contra una formación ferroviaria, como indica la denuncia contra él, y criticó indirectamente a los jueces que intervienen en la causa por haber ordenado el allanamiento antes de haberlo citado a declarar como imputado.

“No sé si hubo orden de allanamiento, pero a mí no me mostraron nada”, rezonga el abogado, a quien sus vecinos (o algunos de ellos) denunciaron por “abuso de armas”. El letrado tiene, según el Renar, dos pistolas semiautomáticas Glock; una semiautomática Heckler Antkoch; una escopeta a repetición Hatsan, calibre 12; un revólver de acción simple North American, calibre 22, y dos pistolas semiautomáticas.