En el penúltimo fin de semana largo del año –sólo falta el de Navidad–, la muerte en serie volvió a las rutas argentinas, que estuvieron cargadas de automovilistas rumbo a los lugares de descanso. En distintos accidentes de tránsito fallecieron 15 personas y 44 sufrieron heridas. El caso de mayor trascendencia, por la popularidad de la víctima, es el de la folclorista Tamara Castro, quien murió al chocar de frente con otro rodado la camioneta Peugeot Partner en la que viajaba. El accidente tuvo aristas especiales porque el vehículo en el que iba la artista, conducido por su marido, se desvió del carril porque al conductor se le cayó el mate que estaba tomando en esos momentos. Eso le hizo realizar una brusca maniobra que lo llevó a embestir de frente a un Fiat Palio que circulaba en sentido contrario. Tres de los ocupantes del auto fallecieron en el acto, igual que Tamara. En otros hechos murieron dos chicos, uno de dos y otro de 12 años, y un policía de 22, recién graduado, que conducía ebrio.

El accidente de Tamara Castro ocurrió en la ruta provincial 13, en Santa Fe, a cuatro kilómetros de la localidad de Humberto Primo, departamento Castellanos, donde la cantante había actuado la noche anterior en el festival La Fortinera. En la camioneta viajaban otras cuatro personas que sufrieron heridas de diversa consideración. Silvio Reyes, bandoneonista del grupo que acompañaba a Castro, contó que el choque se produjo porque Sergio, el marido de Tamara, “hizo un movimiento porque se le cayó el mate y pegó un volantazo que encontró al vehículo que venía de frente”. Tres ocupantes del Palio murieron y una mujer está herida de gravedad.

El accidente con mayor número de muertos ocurrió en Paraná, Entre Ríos, al chocar de frente un micro de la empresa ETA y una camioneta Peugeot. Murieron los seis ocupantes de la camioneta, Ramón Martínez (42), Brian Martínez (12), Pedro Martínez (25), Cristian Benavídez (30), Jonathan Nitz (17) y el conductor Carlos Franco (54). En la Peugeot había armas de fuego, porque sus ocupantes regresaban de una jornada de caza.

En Santa Fe, sobre la Ruta 11, Carlos Fernández (22), policía recién graduado, en aparente estado de ebriedad, murió al embestir con violencia a un micro de la empresa Gal Tur, de Chaco, lleno de turistas. Veintidós de los pasajeros del micro sufrieron heridas. La actitud imprudente del flamante policía Fernández, al mando de una camioneta blanca, hizo que lo denunciaran –antes del choque– a la policía de Vera. Un patrullero comenzó a seguirlo y vio cómo, previo al accidente, estuvo a punto de embestir a otro vehículo similar al suyo y a un Chevrolet Corsa. El Corsa volcó y la camioneta hizo un trompo para evitar la colisión.

Otro de los accidentes sucedió en la localidad bonaerense de Dolores, en la Autovía 2 que va a Mar del Plata. En este choque, entre un Volkswagen Golf y un camión Mercedes Benz, murieron un niño de 2 años de edad, mientras que sus padres, Gregorio Lapunza y Verónica Barragán, y su hermanito de 4 años, sufrieron heridas.

Otro caso ocurrido en el comienzo del fin de semana largo tuvo como protagonista a un micro privado que había sido contratado para trasladar a un equipo de taekwondo. El ómnibus había salido de Florencio Varela hacia Mar del Plata. En la Autovía 2, a la altura del kilómetro 334, entre Maipú y Las Armas, el vehículo sufrió un vuelco y al menos 15 pasajeros sufrieron heridas. El accidente fue a las 7 de la mañana de ayer y provocó un caos de tránsito en toda la zona.

El último accidente se produjo en la autopista Serranías Puntanas: dos jóvenes murieron al embestir su auto a un micro de larga distancia.