Tamara Castro viajaba junto a tres compañeros hacia la localidad bonaerense de Chivilcoy, en la provincia de Buenos Aires, hacia donde se dirigía para ofrecer un recital. La muerte la sorprendió en la ruta, en medio de una gira que estaba realizando por el interior, en un accidente que cortó en forma abrupta una trayectoria exitosa.

Nacida en 1972 en Ensenada, partido de La Plata, la cantante y guitarrista se crió y vivió en la localidad bonaerense de Coronel Brandsen, donde se convirtió en figura del Ballet Brandsen. Por cierto espíritu estético y pertenencia generacional se la incluyó en la denominada “nueva camada” del folclore argentino; fue bailarina durante toda su niñez y adolescencia, luego participó de un coro, hizo teatro, además de tocar en la Banda Municipal de esa localidad. A los 12 ya participaba en peñas y festivales locales, hasta que a los 17 obtuvo el primer puesto solista vocal femenino en un certamen en City Bell. En 1999, editó su disco Revelaciones, al que siguieron Resplandor (2000), Lo mejor de mí (2002), Endechas (2004) y La Patria digna (2005). En sus discos demostró que podía agregar a los ritmos propios del folclore argentino letras de un alto contenido social.

El accidente ocurrió en la ruta provincial 13, a 40 kilómetros de la ciudad santafesina de Rafaela, donde la cantante había actuado el jueves.