Una caravana de autos, con banderas argentinas flameando a través de las ventanillas, acompañó al ritmo de los bocinazos “la procesión” que comenzó en el Parque Industrial de la ciudad de Tandil y culminó al pie del cerro La Movediza. Los aplausos ininterrumpidos de los pobladores que se agolparon en la avenida Lunghi desde temprano para ver pasar a la mole de nueve toneladas definió el carácter “histórico” del acontecimiento. El motivo de tanta emoción fue el traslado de una réplica de la Piedra Movediza, un fenómeno de la naturaleza que definió la identidad de la ciudad de Tandil y que hoy, a 95 años de su precipitada caída, los pobladores acaban de recuperar.

Los vecinos de Tandil vivieron con alegría el izamiento de la réplica de la piedra, ya que pudieron ver con sus propios ojos lo que sus antepasados les transmitieron a través del relato, los mitos y leyendas. El acto se llevó a cabo el domingo por la mañana. Un camión trasladó la estructura que pesa 9 toneladas –la piedra original pesaba 33 toneladas– de 12 metros de largo, 6 metros de altura y 6 de ancho. En una hora, la réplica ya estaba en el mismo lugar y con la misma inclinación que la original.

“Este es un sueño cumplido para todos los vecinos”, destacó el intendente de Tandil, el radical Miguel Lunghi, promotor de la iniciativa que tuvo un costo de 650 mil pesos y que fue financiada casi en su totalidad por el gobierno nacional. “Este proyecto será un motor importantísimo para el turismo, la economía y la generación de fuentes de trabajo”, sostuvo el jefe comunal, que encabezará el jueves la inauguración oficial de la atracción turística. El evento contará con la participación del presidente Néstor Kirchner; el vicepresidente, Daniel Scioli, y el gobernador bonaerense, Felipe Solá. Para que nadie se pierda este hecho, el municipio dispuso asueto administrativo y se ordenó la suspensión de las clases.

Un equipo de profesionales de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, más ingenieros del municipio local, estuvieron a cargo de la construcción de la réplica, que estuvo terminada en sólo dos meses. La primera parte del trabajo fue elaborar un esqueleto de acero, realizado en base a una maqueta virtual que reproducía la forma de la piedra original. Luego, la estructura se rellenó con una mezcla de resina y fibras sintéticas. Obtenida la forma y el tamaño de la piedra madre, la tercera etapa consistió en lograr el color y la textura similar a la roca que regaló la naturaleza. Para ello, se utilizaron diferentes colorantes y un revestimiento cerámico.

Lo que ni los ingenieros ni los profesionales lograron reproducir fue la movilidad de la roca: la estructura fue elevada con una grúa con un brazo de 140 metros de extensión y anclada en la cima del cerro por cuatro gruesas tiras de acero importadas de Alemania que la mantendrán en su lugar, se supone que por muchas décadas. “No tiene movimiento porque en el caso de la piedra original el movimiento era imperceptible”, explicó el secretario de Obras Públicas Mario Civalleri, que supervisó la actividad. “Lo que para los porteños es el Obelisco, para nosotros lo representa la Piedra Movediza.” Así, el historiador y periodista local Néstor Dipaola sintetizó el sentimiento que despierta para los pobladores lo que fue un monumento natural. El, al igual que unos dos mil habitantes, participaron del acontecimiento del domingo pasado. “Fue muy emocionante. El aplauso espontáneo de la gente y la alegría se vieron durante las tres horas que duró la procesión”, contó Dipaola.

El proyecto no sólo comprendió la creación de la réplica, sino que se complementó con la construcción del Parque Lítico, donde se instalarán un circuito comercial de restaurantes, plazas y espacios para realizar actividades deportivas. También se realizaron mejoras en las zonas aledañas al pie del cerro, donde yacen las ruinas de la piedra que cayó en la madrugada del 29 de febrero de 1912. “Realizamos refacciones para que los turistas y vecinos pueden comparar la piedra original y la réplica”, señaló el intendente.

“Hay obras que mejoran la calidad de vida de los habitantes, como por ejemplo la construcción del Hospital del Niño, pero hay otras obras que son para el corazón, que llegan al sentimiento de sus pobladores, como es la construcción de la piedra”, destacó Lughi, en respuesta a los sectores de la comunidad tandilense que cuestionaron la iniciativa.