SOCIEDAD
Declaró un imputado en la primera audiencia del juicio por Ramallo
Raúl Mendoza, uno de los nueve imputados, dio ayer una versión diferente a la que había brindado durante la instrucción, para despegarse de los hechos. Hoy continúan las indagatorias.
El juicio por la masacre de Villa Ramallo –donde murieron bajo las balas policiales dos funcionarios bancarios y un delincuente, hace casi tres años– comenzó ayer en los tribunales de Rosario, con la declaración de uno de los nueve imputados. Raúl Oscar Mendoza, albañil, de 40 años, hilvanó una coartada para despegarse de los hechos que, según el fiscal, lo tuvieron como partícipe primario: habría intervenido en maniobras distractivas, en apoyo al trío de asaltantes que ingresó a robar la sucursal del Banco Nación. La versión que dio ayer fue distinta de la que brindó hace dos años, en la etapa de instrucción, cuando relató en detalle cómo se había planificado el asalto que terminó en tragedia.
La primera audiencia duró alrededor de seis horas. Primero, los tres miembros del Tribunal Oral Federal Nº 1 de Rosario, Santiago Harte, Omar Paolucci y Laura Cosidoy, rechazaron un pedido de los defensores para que se cite a los cuatro testigos de identidad reservada, cuyas declaraciones dieron pie a las detenciones de los presuntos involucrados en el asalto.
De los nueve imputados sólo uno, Carlos Martínez, perteneció al grupo que ingresó a la sucursal del Nación, el 16 de setiembre de 1999. Javier Hernández, otro integrante del trío, murió acribillado por las balas policiales cuando intentaba salir con tres rehenes. El tercero, Martín Saldaña, fue detenido pero murió en su celda, víctima de un sospechoso ahorcamiento. También murieron en el hecho dos de los rehenes, el gerente de la sucursal del Banco Nación, Carlos Chaves, y el contador Carlos Santillán. La esposa del primero, Flora Lacave, resultó herida pero sobrevivió a la balacera.
La mujer llegó ayer hasta los tribunales de bulevar Oroño pero no pudo ingresar a la sala: el próximo lunes deberá declarar como testigo. Los que sí presenciaron la audiencia fueron Carlos y Beatriz Chaves, los dos hijos del gerente asesinado.
El juicio, se estima, durará un mes y medio, tiempo durante el cual declararán 193 testigos. No se juzgará aquí la responsabilidad policial en la masacre, que forma parte de una segunda causa, sino sólo a los acusados de provocar el hecho. Para los nueve imputados hay tres cargos en común: asociación ilícita y tentativa de robo calificado por el uso de armas, por privación ilegal de la libertad y triple homicidio. También queda para otra ocasión la investigación del ocultamiento de pruebas a cargo de policías.
Además de Martínez –”el Negro”, que en tres días cumple 23 años–, están en el banquillo Norberto Fabricio Céspedes, Silvia Viviana Vega, Mónica Cristina Saldaña, Aldo Antonio Cabral, Oscar Raúl Mendoza, Jorge Andrés Aguilar, Alberto Aguirre y Angélica Beatriz Vilchez, a quienes el fiscal acusa de ser partícipes primarios.
De ese grupo, sólo Mendoza declaró ayer. “Voy a declarar y quiero que todos oigan”, comenzó diciendo este hombre, pareja de Mónica Saldaña, la hermana del asaltante que murió ahorcado en la comisaría. Contó que la mañana en que ocurrió el hecho salió de San Nicolás con su pareja y sus hijas en un remís conducido por Silvia Vega, otra imputada, rumbo a Villa Ramallo, para buscar trabajo. Complicó a la remisera al afirmar que estaba “muy nerviosa y apurada”, y agregó que un auto blanco los siguió durante todo el trayecto, “haciéndole señas de luces”. Argumentó que luego fue a comprar útiles escolares para sus hijas y luego se encontró con un amigo.
Como no aportó ninguno de los detalles que había dado en su primera declaración, aquellos dichos se incorporaron al juicio por lectura. En esa ocasión, Mendoza explicó cómo se relacionaron los hoy acusados, de qué manera se planificó el asalto, con qué armamento contaban y cómo el cabo Aldo Cabral proveyó a la banda de un handy con la frecuenciapolicial.
La ronda de declaraciones de los acusados continuará hoy, y recién mañana comenzará el desfile de los 193 testigos.
Informe: Alicia Simeoni