Un juez porteño debe decidir si cita a una dirigente barrial y a un vecino de la Villa Cartón para prestar declaración indagatoria por el incendio que devastó ese asentamiento en febrero pasado. La dirigente Gladys Miño (alineada con el ibarrismo) y el vecino Víctor Valdez están acusados por la fiscal Mónica Cuñarro de ser los responsables de ese siniestro, al que califica de intencional. Los vecinos de Villa Cartón –ahora reubicados en el Parque Roca– no sólo niegan que el fuego haya sido provocado sino que rechazan que la dirigente acusada tenga alguna vinculación con gente del barrio.

Después de seis meses de investigación, la fiscal llegó a la conclusión de que el incendio de Villa Cartón “fue programado, organizado, provocado, garantizando el silencio de los habitantes, con personas con poder de ser referentes de (esos habitantes) y con la clara intención de provocar un hecho grave y profunda conmoción pública, incendiando la casi totalidad del asentamiento”. Todo eso “con el fin de presionar u obtener de las autoridades locales algunos beneficios que se vinculan con el otorgamiento y obtención de viviendas” que construye el Estado porteño.

Para elaborar su acusación, la fiscal se basó principalmente en los testimonios de funcionarios del gobierno porteño, en particular, de la ex ministra de Derechos Humanos y Sociales Gabriela Cerruti, denunciante en la causa, y de vecinos de un barrio cercano a la Villa Cartón. En efecto, algunos de los habitantes de los monoblocks de Villa Soldati dijeron haber visto cómo la gente de Villa Cartón “sacó electrodomésticos de sus casas antes de que se iniciara el incendio. Hay que recordar que existía cierta rivalidad entre la gente de ambos barrios, ya que los de Villa Cartón habían denunciado amenazas de incendio por parte de sus vecinos.

La principal prueba que la fiscal Cuñarro esgrime contra Miño es que, de acuerdo con algunos testimonios, antes del incendio, los cartoneros del barrio habían llevado sus caballos a un predio del barrio Ramón Carrillo, donde vive la dirigente acusada y sus hijas.

Consultada por Página/12, Miriam Aquino, una de las delegadas de la Villa Cartón, aseguró que no conoce a Miño, que “nunca la vi en el barrio y tampoco tenía en el barrio referentes de su línea política”. Los dirigentes de Villa Cartón están alineados con partidos de izquierda y sus principales dirigentes responden al ex legislador porteño Tomás Devoto.

Aquino agregó que sólo se llevaron al Ramón Carrillo los caballos de un habitante del barrio, mientras que otros quedaron en el lugar. Justificó además que algunos habitantes hayan logrado rescatar muebles y electrodomésticos con que “el fuego dio tiempo a que los que vivían en las casas más alejadas del foco para que pudieran sacar algunas de sus pertenencias”.

En cuanto al vecino Valdez, también acusado en la causa, se trata del morador de la casilla identificada con el número 234, donde –comprobaron los bomberos– se inició el fuego. Valdez y Miño están acusados de estrago, que tiene una pena de tres a diez años de prisión.

La fiscal Cuñarro destaca además que los damnificados “no solicitaron socorro en forma inmediata” y algunos de ellos “agredieron a los bomberos”. Ahora, el juez Francisco Azzolín debe decidir si le da curso al pedido.