Viernes, 24 de agosto de 2007 | Hoy
SOCIEDAD › EL GOBIERNO DE TIERRA DEL FUEGO AVALA A UNA PROFESORA TRAVESTI
Enseña historia en un secundario. Un grupo de padres la denunciará. Otros la respaldan. El Ministerio dijo que seguirá en el cargo.
“Una mirada vale más que mil palabras”: mediante este refrán, el padre de una alumna de la escuela fueguina donde enseña la profesora Melina Gutiérrez, travesti, justificó su decisión de acusarla ante la Justicia por “falsa identidad”, por haber cambiado el nombre que figura en su documento. Las “mil palabras” serían las que la profesora vierte en su diario cometido de enseñar historia, por el cual, en las evaluaciones pertinentes, sólo ha recibido elogios. La “mirada” sería la de la hija del demandante, ya que “no tengo por qué otorgar la formación de un hijo a una persona extraordinaria”, dijo el papá. Pero el Ministerio de Educación fueguino anunció ya que “la docente continuará en funciones normalmente”. Gutiérrez también recibió el apoyo de Fabiana Ríos, gobernadora electa de Tierra del Fuego, porque “las cuestiones de orientación sexual no afectan la función docente”; y el defensor de los Derechos de Niñas y Niños de Tierra del Fuego afirmó que “cuestionar a Gutiérrez por su preferencia sexual es discriminatorio”. Una especialista en educación explicó a este diario que “en casos como éste, es conveniente que la escuela efectúe un trabajo institucional que involucre a los padres”.
Juan Carlos Alvarengo es padre de una niña que cursa en la escuela técnica EPET 1, de Ushuaia. Allí da clases de historia Melina Gutiérrez, travesti, que además enseña en el colegio José María Sobral y en el Colegio Los Andes, de la capital fueguina. Alvarengo anunció que, junto con otros padres que no identificó, “estamos elaborando una presentación judicial por falsedad de identidad en el ejercicio de un cargo público, referida a quien se denomina Melina Gutiérrez, ya que el título de profesor que presentó está a nombre de Luis Gutiérrez”.
“Quede bien en claro que estoy en contra de todo acto discriminatorio, sea por raza, color, religión u orientación sexual –dijo Alvarengo a este diario–. Pero no voy a entregar mi hijo a alguien que puede lesionar derechos como el de la identidad sexual. Los niños de 11 o 13 años pueden tener conflictos de orientación sexual, y no tengo por qué otorgar la formación de mi hijo a una persona extraordinaria, en el sentido de que no es un hecho normal.”
“Le pedimos al maestro que sea un ejemplo de sus niños –continuó Alvarengo–: ‘tus hechos hablan tan fuerte que no me dejan oír tus palabras’, dice el refrán, y San Francisco de Asís dijo: ‘Hagan, hagan, hagan, y, si les sobra tiempo, prediquen’; ‘una mirada vale más que mil palabras’. Además, a mi hija la obligan a ir uniformada y, si no, la amonestan: ¿cómo podemos obligar a los chicos a ese requisito si uno de los profesores lo incumple porque se disfraza de mujer?”
Alvarengo anunció también “una presentación ante el defensor de los Derechos del Niño para que dictamine sobre si se han lesionado derechos de los menores”. Sin embargo, Guillermo Gowland, defensor de los Derechos de Niñas, Niños, Jóvenes y Adolescentes de Tierra del Fuego, afirmó que la presencia de Melina “no viola ningún derecho de los niños” y que “cuestionar a Gutiérrez por su preferencia sexual es discriminatorio”.
En la tarde de ayer, Marisa Urdapilleta, ministra de Educación fueguina, anticipó que “la docente continuará en funciones normalmente”. Según explicó Gabriel Ferraio, secretario de Educación de la provincia, “la Junta de Clasificación y Disciplina amerita la documentación, y el docente recibe un puntaje que después se respeta”.
También Fabiana Ríos, gobernadora electa de la provincia, afirmó que “las cuestiones de orientación o identidad sexual no afectan de ningún modo la función docente: deben prevalecer la capacidad, el mérito y el desempeño; en este caso, por las opiniones que recibí, su labor es por demás satisfactoria”.
Otros padres no comparten la posición de Juan Carlos Alvarengo. De hecho, Marcelo Alvarengo, hermano de Juan Carlos y cuyos hijos también van a la EPET 1, afirmó: “No estoy de acuerdo con la opinión de mi hermano. El derecho a trabajar no se le puede negar a nadie, y la tendencia sexual de cada persona es cosa de cada uno. Mientras no dicte una materia como Educación Sexual, no importa si se disfraza de mujer o de payaso”.
La Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans se movilizó ayer en defensa de Gutiérrez: “Quisimos verificar las posiciones de los actores políticos de la provincia para garantizar que la compañera no fuera discriminada en su trabajo –señaló Bruno Bimbi, secretario de relaciones institucionales de la entidad–. En principio, estamos conformes con la posición del gobierno provincial y de la gobernadora electa”.
Gutiérrez, de 27 años, empezó a dictar clases en la EPET a fines de junio pasado: “La experiencia ha sido muy buena: nada había sucedido antes de esta situación; ni quejas ni roces ni comentarios ni polémicas: sólo respeto”, contó.
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