SOCIEDAD › CAPTURAN Y LIBERAN A LA MADRE DE UN INTENDENTE
El secuestro más misterioso
La madre del intendente Mario Ishii, de José C. Paz, fue secuestrada en su casa y por ella pidieron 200 mil pesos. Pero la soltaron antes del pago. El cruce de versiones confusas.
El municipio de José C. Paz, en el lejano oeste bonaerense, fue escenario ayer de un extraño episodio que involucró nada menos que a la madre del intendente local. La mujer fue secuestrada en su propia casa, y por su rescate pidieron unos 200 mil pesos. Pero con el correr de las horas, los delincuentes bajaron sus pretensiones a 25.000 pesos hasta que, finalmente, liberaron a su presa sin cobrar un centavo. La información, difundida por fuentes policiales vinculadas con la investigación, resulta increíble, aunque no tanto como la versión que dio el intendente, Mario Ishii: “Ella ni se dio cuenta de que la habían raptado”, aseguró el hombre. El hecho ocurrió en momentos en que el gobierno comunal está afectado por una seria crisis originada en la interna del peronismo.
El hecho tuvo rasgos insólitos desde el comienzo: María Isabel González, de 62 años, fue secuestrada en las primeras horas de la tarde, en su casa de Pueyrredón al 5000, por una pareja “que ingresó a la casa y se la llevó mediante engaños”, dijo una fuente policial. También se llevaron a la mujer que la cuida desde hace años, cuyo nombre es Matilde.
Los captores negociaron directamente con el intendente. Después de ocho llamadas telefónicas, Ishii logró acordar con los captores el pago de 25.000 pesos. “Logramos juntar la plata, pero cuando mi hermano iba hacia el lugar para hacer efectivo el pago, mi madre apareció en mi casa”, explicó el intendente, en declaraciones a la prensa.
Fuentes policiales dijeron a Página/12 que los secuestradores mantuvieron a las mujeres a bordo del auto “siempre dentro de la zona, San Martín, San Miguel”. “Cuando empezó a intervenir la Brigada de Investigaciones Complejas de San Miguel y se desplegaron en la zona unos 25 móviles policiales, los captores se vieron acorralados y dejaron en libertad a las mujeres”, agregó la fuente.
La madre del intendente y su empleada fueron liberadas en las cercanías del cruce entre las rutas 8 y 197, en José C. Paz, a pocas cuadras de la casa del intendente. “Las encontró en la calle un móvil policial”, dijo a este diario un investigador.
La versión del intendente es aún más increíble: “La llevaron hasta la Catedral, pero como ella no podía subir las escaleras, la dejaron allí y se fueron”, relató Ishii, con desparpajo, ante los micrófonos de la prensa.
El propio intendente admitió que desde hace varios días, dos hombres y dos mujeres habían visitado a su madre en su casa y “la querían llevar a recorrer la zona para efectuar tareas con la población”. La madre de Ishii preside una fundación que se dedica a asistir a personas que provienen del interior del país.
El intendente asumió hace dos semanas, después de estar durante un mes en uso de licencia. Durante su ausencia lo reemplazó el concejal Oscar López, un ex aliado, también justicialista, que en dos semanas despidió a funcionarios políticos vinculados con Ishii. Los hechos obligaron al intendente a retornar al cargo en forma anticipada.
Elegido en 1995 como concejal, cuando José C. Paz se estrenó como municipio, tras el desguace del partido de General Sarmiento, Ishii logró vencer en la interna peronista, cuatro años más tarde, al entonces intendente Rubén Glaría y así llegar a la jefatura comunal. La disputa interna en el distrito –uno de los más pobres del Gran Buenos Aires– no es una contienda donde priman los buenos modales: en agosto de 1999, sectores antagónicos del peronismo se enfrentaron a tiros dentro del Concejo Deliberante, con un saldo se siete personas heridas.
Los investigadores no se animaban a vincular el secuestro de la madre del intendente con la interna política, pero tampoco rechazaban esa hipótesis, conscientes de que la historia no terminaba de cerrar y de que, en el distrito, el delito y la política no transitan por carriles tan separados.
Por lo pronto, hasta anoche, en la causa que instruye el juez federal de San Martín, Alberto Suárez Araujo, no había ningún detenido.