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Cerca de 350 agentes del Servicio Penitenciario de San Juan se autoacuartelaron durante la jornada de ayer en demanda del pago de salarios adeudados. Por el mismo motivo, dejaron de patrullar las calles los integrantes de la División Tránsito de la polícia provincial. Pero los custodios carcelarios decidieron por la tarde levantar la medida y declararse en estado de “alerta máxima” hasta este viernes, fecha límite del plazo otorgado al gobierno de Alfredo Avelín para que se ponga al día con los salarios.
Los efectivos del Servicio Penitenciario sanjuanino se habían autoacuartelado en el penal de Chimbas en reclamo de los cuatro meses de sueldos retrasados y el aguinaldo que no les pagó el estado provincial, que mantiene esta deuda con todos los empleados estatales. La cárcel alberga a 625 internos, cuando su capacidad real es de 250. En este sentido, el director del Instituto Penitenciario Provincial, Nicolás Manrique, afirmó que la seguridad en la prisión estaba garantizada, aunque admitió los problemas que originaron el reclamo de los penitenciarios, que además se quejaban del recargo horario no reconocido por las autoridades.
Luego de conversar con autoridades del Ministerio de Gobierno, los agentes decidieron levantar el autoacuartelamiento y no tomar ninguna medida de fuerza hasta el viernes. Sin embargo, advirtieron que si ese día la provincia no cancela al menos alguno de los meses que les deben, retomarán la protesta. Y alertaron que no se responsabilizarán por la seguridad dentro de la cárcel. Esta postura inflexible generó gestiones rápidas de los funcionarios provinciales para conseguir Aportes del Tesoro Nacional a fin de pagar los haberes al sector. También los policías de la División Tránsito decidieron no patrullar las calles de la provincia, luego de que el gobierno les confirmara que no tiene recursos para hacer frente a los pagos de los sueldos del mes de junio pasado.