Jueves, 8 de noviembre de 2007 | Hoy
SOCIEDAD › UN POBLADO ENTERO CONTAMINADO CON PLOMO EN JUJUY
Un estudio oficial determinó que el diez por ciento de los adultos de Abra Pampa tiene niveles “críticos” de plomo en sangre. Una fundidora abandonada provocó la contaminación.
“Zona contaminada. Prohibida la permanencia o el paso. Alta contaminación de plomo. Cuide su salud”, advierte un cartel en la entrada de Abra Pampa, un poblado de casas bajas, ubicado a más de 3484 metros de altura en medio de la Puna jujeña. Allí, hace 22 años, en 1985, la fundidora Metal Huasi quebró y cerró sus puertas, dejando al aire libre unas 10 mil toneladas de plomo, un mineral altamente contaminante y nocivo para la salud. Sus escorias afectaron a sus 13 mil habitantes. De ellos, el 10 por ciento de los adultos tiene concentraciones “críticas” de ese metal en su sangre, según acaba de revelar un estudio elaborado por las autoridades sanitarias de la provincia.
La investigación del Ministerio de Salud de Jujuy, con apoyo de la Nación, fue encarada con el propósito de detectar y eventualmente tratar los casos de intoxicación.
Los testeos comenzaron hace dos semanas, durante las cuales “hemos realizado unas 1003 extracciones de sangre en adultos y estimamos llegar a las 3000 muestras”, comentó Carlos Ripoll, director del Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud jujeño. Las siguientes pruebas se efectuarán en chicos.
Una vez finalizado el relevamiento, previsto para febrero de 2008, las muestras serán entregadas al hospital de Abra Pampa para que los afectados inicien un tratamiento médico.
Los controles de sangre comenzaron tras las denuncias de los pobladores de la localidad por la contaminación provocada por la fundidora Metal Huasi.
Mientras tanto, a través de un convenio entre la Secretaría de Medio Ambiente jujeña y la Secretaría de Minería de la Nación, los residuos son trasladados a 60 kilómetros del pueblo, al dique de la mina Aguilar. “Ya se inició el embolsado y su transporte hacia un dique preparado especialmente para contener esos residuos”, sostuvo Ripoll. Se prevé que los trabajos concluyan en 2011.
El metal ingresa al cuerpo, en general, por las vías respiratorias, y puede llegar a los riñones, depositarse en los huesos, dientes y si “alcanza al cerebro puede producir daños irreversibles, como trastornos neurológicos, intelectuales y de aprendizaje en los chicos”, explicó a Página/12 Carlos Damin, jefe de la Unidad de Toxicología del Hospital Fernández. “En los huesos puede permanecer alojado hasta 30 años”, precisó el experto. Además, la presencia en niveles “críticos” de ese mineral en la sangre –más de 30 microgramos por decilitro, según el límite fijado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para los mayores– “causa anemia, puede provocar discapacidad motora, alteraciones renales y hepáticas”, detalló Damin.
En tanto, Ripoll precisó que “cuando una persona está contaminada con plomo en sangre, tiene enzima baja, o sea que el valor es crítico, de 20 unidades por litro hacia abajo, y cuanto menos tenga, más contaminado está”. Y señaló que “hasta el momento, de un 8 a 10 por ciento de las muestras analizadas (en Abra Pampa) están con niveles críticos”.
Según la OMS, en los niños el límite de plomo en sangre es de 10 microgramos por decilitro, aunque en proporciones menores también puede causar daños. “Estudios internacionales demostraron que a partir de cinco microgramos por decilitro pueden dañar la salud de los chicos”, apuntó Damin.
De acuerdo con un informe elaborado por la Universidad Nacional de Jujuy (UNJ), el 81 por ciento de los chicos de esa localidad tiene plomo en el cuerpo.
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