En la ciudad de Buenos Aires, la tasa de mortalidad por VIH/sida disminuyó un 29 por ciento en los últimos siete años y la incidencia anual de casos se redujo en 57 por ciento en el mismo período. En un informe del Ministerio de Salud porteño avalado por la representación argentina de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), pueden verse otros resultados, como que la transmisión vertical de la enfermedad, de madre a hijo, bajó un 84 por ciento en ese lapso. Los números vienen a reflejar los resultados de la aplicación de política de Estado en materia de prevención y pueden servir de advertencia para la futura gestión de la ciudad. “Se necesita un fuerte apoyo político para que el tema no quede relegado a ser un plan más de salud pública, lo cual no parece ser lo que viene en el gobierno de Mauricio Macri”, dijo a Página/12 Claudio Bloch, titular de la Coordinación Sida del Ministerio.

La tasa de mortalidad en la ciudad de Buenos Aires fue de 6,1 por 100 mil habitantes, mientras en 2000, cuando la Coordinación de Sida del Ministerio de Salud porteño inició su trabajo, la tasa era de 8,8 por 100 mil habitantes, reveló el estudio. Los datos fueron publicados en el libro “Hechos y Palabras. La experiencia de gestión de la Coordinación Sida en la Ciudad de Buenos Aires”, realizado con apoyo de la OPS.

El relevamiento mostró que en los últimos siete años se redujo en 54 por ciento la prevalencia en mujeres embarazadas y que disminuyó la tasa de transmisión vertical (de madre a hijo durante el embarazo, el parto o por medio del amamantamiento), en un 84 por ciento. Además, la Ciudad pasó de registrar 14 nuevos casos pediátricos anuales de sida en 2000, a dos nuevos casos en 2006.

“La política de inclusión, que va más allá del VIH, muestra que la experiencia puede ser aplicable más allá del sida, como modelo de gestión democrático, transversal. Esto demuestra que una política inclusiva da impacto en números”, argumentó Bloch. “Se pasó de distribuir 50 mil preservativos a seis millones el año pasado. De no tener lugares de testeo voluntario a tener 20 centros”, agregó. “Espero que esta política no vuelva para atrás.”

La situación en el país

En la Argentina, unas 130 mil personas se encuentran infectadas por el VIH y 65 mil de ellas desconocen su situación. Unos cuatro mil casos nuevos de la enfermedad son diagnosticados por año en el país y de ellos el 70 por ciento (2800) no constituyen infecciones recientes, mientras el 30 por ciento restante (1200) corresponde a personas contagiadas recientemente. Sin embargo, los nuevos casos de sida en Argentina disminuyeron un 25 por ciento y por año se registran 300 reportes menos de la enfermedad.

Según datos oficiales, la vía de transmisión más frecuente del sida en el país es la sexual, en un 70 por ciento de los casos, y en su mayoría corresponden a personas heterosexuales. De cada cinco nuevos diagnósticos de la enfermedad, tres corresponden a hombres y dos a mujeres. Las muertes por sida en Argentina disminuyeron un 12 por ciento y por año se registran 150 fallecimientos menos, según informó el director del Programa Nacional de Lucha contra la enfermedad del Ministerio de Salud, Daniel Fontana. El funcionario adjudicó la reducción del número de decesos por sida “a la terapia retroviral sostenida que reciben los pacientes”.

“La prevalencia del VIH en mujeres embarazadas en Argentina es de 0,3 por ciento y en números absolutos significa que entre 2200 y 2300 mujeres embarazadas por año son VIH positivo”, sostuvo el titular del programa. En ese sentido, explicó que “el 90 por ciento de las embarazadas” ingresaron al Programa de Prevención de la Transmisión Vertical del Sida, y dijo que “a raíz de eso se evitan 750 infecciones en niños por año”. En Argentina hay unos tres mil niños infectados de sida.

Unos 38 mil pacientes reciben tratamiento atirretroviral en el país, de los cuales 26 mil son asistidos por el Ministerio de Salud de la Nación y 12 mil por el sistema de seguridad social.

El responsable del Programa Nacional informó que en 2007 se distribuyeron 40 millones de preservativos en forma gratuita, mientras en 2001 se entregaron 400 mil. Es decir que el reparto creció cien veces.

Patricia Pérez, dirigente de la Comunidad de Mujeres Viviendo con VIH (ICW), destacó que “Argentina es uno de los pocos países de la región donde las personas con VIH tienen cobertura de tratamientos desde el Estado, desde las medicinas prepagas, desde las obras sociales”. No obstante, advirtió que en esos mismos lugares continúa la discriminación y la violación a los derechos humanos, “porque si bien en general hay más comprensión y menos temor, sigue igual todo lo que tiene que ver con las distintas coberturas de salud y los análisis preocupacionales; sigue habiendo análisis encubiertos, compulsivos, que te dejan afuera de un trabajo”. Al referirse a la prevención, Pérez dijo que “hace falta focalizar más el trabajo en los sectores más vulnerables y abarcar a todos”.

En la provincia de Buenos Aires es donde se registra la mayor concentración de la epidemia en el país, con 15.288 casos notificados. Allí, el contagio de madre a hijo se redujo drásticamente mediante el control precoz y el tratamiento oportuno, pero aún se registra un 5 por ciento de transmisión por esa vía. Desde el Ministerio de Salud bonaerense, se destacó que es “crucial” tener en cuenta la importancia de repetir el testeo durante el embarazo. “Es decir, que la futura madre se testee al tercer mes de embarazo y le dé negativo no significa que no pueda contraer el virus con posterioridad al examen inicial, ya que si su pareja sexual no está testeada, puede estar infectado y no saberlo”, dijo Mónica Lencina, coordinadora del programa VIH/sida del ministerio.