La aparición de algunos casos de fiebre amarilla en Brasil puso en alerta a las autoridades sanitarias locales, en momentos en que muchos argentinos se dirigen al país vecino para pasar sus vacaciones. Aunque el gobierno brasileño niega que se trate de un brote epidémico, el Ministerio de Salud recomendó mediante un comunicado vacunarse con diez días de anticipación en caso de dirigirse a zonas de “alto riesgo” o de “transmisión esporádica”, ubicadas en el centro y norte de ese país. Esta recomendación exceptúa al grueso de los turistas que viajan a las playas del Sur de Brasil.

Deberán vacunarse todas las personas mayores de 6 años que se dirijan a los estados de Amapá, Pará, Maranhao, Amazona, Piuaí o Roraima (en el extremo Norte), también a quienes se dirijan a los estados o provincias del centro: Acre, Rondonha, Mato Grosso, Goiás, Minas Gerais, Tocantina. El ministro de Salud brasileño, José Gomes Temporao, afirmó en una rueda de prensa que la fiebre amarilla “está lejos de los centros urbanos” y señaló que los “casos sospechosos” se originaron en regiones rurales. En la última semana murieron tres personas, presuntamente por esta enfermedad. El secretario de Vigilancia y Salud de Brasil, Gerson Pena, informó que el gobierno intensificó la vacunación en las regiones rurales, “donde la enfermedad sigue siendo endémica”, para que no se propague a las áreas urbanas, donde no se registran casos desde hace 65 años.

El Centro Nacional Argentino para la aplicación de la vacuna contra la fiebre amarilla es el Area de Sanidad de Fronteras, ubicada en avenida Ingeniero Huergo 690, en el barrio porteño de San Telmo. La vacunación es gratuita y quienes necesiten aplicarla deben concurrir con DNI, Pasaporte o Cédula de Identidad, de lunes a viernes de 11 a 15. Los residentes en el interior pueden acudir a los centros de salud y hospitales locales, para conocer los puntos de vacunación.