Los gobiernos porteño y bonaerense decidieron crear una comisión que en 45 días deberá darle forma a la solución de uno de los principales problemas en la relación de ambos distritos: la basura. El punto central es el canon que la ciudad le paga a la provincia por recibir los residuos que genera: son 8,3 millones de pesos por mes que la administración del gobernador Daniel Scioli pretende aumentar. A la del macrismo no le entusiasma mucho esa idea, pero en la reunión de ayer entre ambos jefes de Gabinete se deslizó la posibilidad de llegar finalmente a un acuerdo. Y eso es precisamente lo que deberá hacer la comisión. En el encuentro se convino, además, resolver la instalación de dos nuevas plantas de tratamiento de residuos en el área metropolitana.

La de ayer fue la segunda reunión conjunta para debatir temas de la agenda común. El viernes último Horacio Rodríguez Larreta y Alberto Pérez acordaron la creación de un registro único de infractores de tránsito, que unificará información sobre antecedentes de infractores bonaerenses y porteños. Ahora le tocó al tema de la basura, un problema señalado como “prioritario” para la administración de Scioli.

La reunión que mantuvieron ambos funcionarios incluyó a las autoridades de la Coordinadora Ecológica Area Metropolitana Sociedad del Estado (Ceamse). Allí se acordó que las dos nuevas plantas comenzarían a operar en pocos meses, para complementar la única que quedará habilitada, en el Camino del Buen Ayre, del partido de San Miguel.

En cuanto a la discusión sobre el canon, el titular de la Ceamse, Raúl de Elizalde, admitió que el organismo “está en una pequeña crisis financiera, por lo que es necesario elaborar un proyecto sustentable en el tiempo”. Elizalde adjudicó la situación por la que atraviesa la Ceamse “a las tarifas que pagan los municipios y la ciudad de Buenos Aires”.

“Pedimos que la ciudad de Buenos Aires se haga cargo de un canon por los inconvenientes que los residuos provocan en la salud de los habitantes de la provincia y el pago de un canon no se negocia –sostuvo a Página/12 Alberto Pérez, el jefe de Gabinete bonaerense–. Seguramente habrá alguna discusión por el monto.”

En tanto, su par porteño, Horacio Rodríguez Larreta, consideró que “la tarifa debería ajustarse para todos, provincia, ciudad y municipios, además de acordar dónde se va a disponer la basura del área metropolitana”. Pérez advirtió que en “principio para los municipios no habría aumentos de tarifas” e insistió en que el gobierno bonaerense tiene una postura “muy firme en cuanto a que la ciudad tiene que hacer un esfuerzo mayor”.

En 2007, la ciudad de Buenos Aires transfirió más de 250.000 toneladas de basura para su disposición final en rellenos sanitarios de la provincia, un 5,36 por ciento más en comparación a 2006, pese a la sanción de la Ley de Basura Cero, que tiene como objetivo reducir la cantidad de residuos en el ámbito porteño en un 30 por ciento para 2010. “La ciudad tiene que cumplir con esa ley, que ellos mismos aprobaron, para disminuir los problemas que generan los residuos”, dijo el jefe de Gabinete bonaerense.

La cantidad de basura que se deposita en los rellenos sanitarios no es el total producido por los porteños y bonaerenses, dado que la Ceamse calcula que en territorio de la provincia hay unos 80 basurales clandestinos, mientras los cartoneros recuperan entre un 12 y 14 por ciento de los residuos sólidos.