El incendio forestal que comenzó el domingo pasado en el Parque Nacional Los Alerces afectaba ayer casi mil hectáreas y estaba fuera de control, en tanto surgieron focos en el Parque Nacional Lago Puelo, ambos en Chubut. El fuego llegaba a cuatro kilómetros de la villa del lago Futalaufquen, en la cabecera sur de la primera reserva natural, y obligó a cerrar su acceso y a cortar el tránsito de la ruta 71.

“Tenemos varios brigadistas y cuatro aviones hidrantes trabajando en la zona”, afirmó el gobernador de Chubut, Mario Das Neves, y señaló que en las localidades de Cholila y Corcovado “hubo ocho focos ígneos que fueron intencionales”. “Los responsables de estos focos son delincuentes”, dijo el mandatario provincial y advirtió que los brigadistas van a demorar al menos un par de días más en apagar el incendio.

El foco más grande fue registrado a diez kilómetros al oeste de la localidad de Corcovado, donde las llamas consumieron más de 220 hectáreas de bosque nativo e implantado y afectaron una estancia y un establecimiento propiedad de Gregorio Pérez Companc. El empresario dispuso de operarios, maquinaria y un helicóptero para colaborar en el operativo contra el fuego que lideran los brigadistas del área de Defensa Civil provincial y del Plan Nacional de Manejo del Fuego (PNMF).

La presidenta Cristina Fernández se comunicó con Das Neves para ofrecerle ayuda desde la Nación y ordenó a su secretaria de Ambiente que viajara a la zona. Romina Picolotti partió anoche al lugar. Antes, el organismo ya había enviado a la zona cuatro aviones hidrantes, dos helicópteros y más de sesenta brigadistas provenientes de La Pampa, Neuquén, Bariloche y Mendoza, a través del PNMF.

Las autoridades de la dependencia que encabeza Picolotti realizaban ayer gestiones con las provincias vecinas y las Fuerzas Armadas para incorporarlas a los operativos y poner a disposición los recursos necesarios para sofocar las llamas.

El intendente del Parque Nacional Los Alerces, Ricardo Pereyra, indicó que el pronóstico es “desfavorable”.

El fuego había perdido intensidad durante la madrugada, pero el calor reinante, la baja humedad y el viento se combinaron para que las llamas se reavivaran en las primeras horas de la mañana.

Pereyra precisó que el incendio ya abarca unas mil hectáreas y señaló que “ayer afectaba 60 hectáreas, pero al variar las condiciones meteorológicas quedó fuera de control”.

El funcionario explicó que en época de sequía, si un incendio no se controla en el primer momento “adquiere un comportamiento extremo” y aseguró que si bien ayer se evacuó a todo el personal de Los Alerces y tomaron recaudos para una posible emergencia, “ninguna localidad está en situación de riesgo”.