Cuando de política se trata, cualquier alianza es posible. Y ese es el marco que envuelve a la política interna de Boca, convulsionada por estas horas luego del fallo de la Inspección General de Justicia (IGJ) que relevó de sus funciones a la actual comisión directiva del club encabezada por el dirigente Pedro Pompilio y obligó a la CD saliente, que lideraba el ahora jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, a tomar nuevamente las riendas del club para convocar en menos de 30 días a las elecciones que determinarán al futuro presidente del club. En medio de este embrollo, la máxima autoridad de la comuna porteña asumió, ayer por la tarde, nuevamente la presidencia del club y aprovechó la ocasión para despegarse de Pompilio, ex aliado y vicepresidente de Boca durante los tres períodos que condujo Macri, quien ahora aparece vinculado políticamente con el diputado kirchnerista Carlos Kunkel.

La presidencia de Pompilio estuvo en jaque desde el vamos, porque la oposición al oficialismo boquense, encabezada por el gremialista tabacalero Roberto Digón y por el arquitecto Pablo Abbatángelo, denunció ante la IGJ una serie de irregularidades comprobadas en la presentación de los avales bancarios del ex vice de Macri, condición impuesta por la Junta Electoral boquense para los candidatos a ocupar cargos directivos en el club. La IGJ falló en contra de Pompilio porque tanto sus avales bancarios como los de los integrantes de su comisión directiva fueron presentados a la Junta Electoral fuera del término preestablecido. Por la misma situación, la Junta Electoral había desestimado la candidatura de Digón y suspendido el llamado a elecciones, proclamando como nuevo presidente a Pompilio.

El panorama político del club cambió por completo porque, en los tres meses que Pompilio condujo los destinos del club, se produjo un profundo distancimiento de este dirigente con Macri, su padrino político durante los últimos doce años. Si bien en los pasillos de la Bombonera se le adjudica la ruptura a la decisión de Pompilio de comprar el pase de Juan Román Riquelme y de no renovarle el vínculo contractural al entrenador Miguel Angel Russo, lo cierto es que el distanciamiento entre ambos dirigentes es por cuestiones políticas.

Producida la ruptura con Macri y frente al fallo de la IGJ que obligaba al club a convocar a elecciones, Pompilio buscó fortalecer su espacio con una alianza estratégica con el kirchnerismo, a través de Kunkel. La única condición acordada fue limpiar la comisión directiva de dirigentes macristas, lo que terminó de avivar el fuego.

El acercamiento de Pompilio al oficialismo nacional abrió las puertas a una posible alianza con Digón, ex diputado nacional que mantiene un fuerte lazo con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y con varios pesos pesado del justicialismo, como lo es el ex senador Antonio Cafiero, quien –al igual que Kunkel– estuvo presente en el megaacto de lanzamiento de la candidatura de Digón, a finales de abril de 2007, en el predio de Costa Salguero. El propio Digón dejó entrever por estas horas la posibilidad de una alianza con Pompilio, siempre que éste respete los puntos esenciales de su plataforma política. Esa posibilidad tomó por sorpresa a Abbatángelo, quien perdería fuerza como aliado del tabacalero.

En medio de este clima político, Macri reasumió ayer la presidencia de Boca. Lo hizo tras una breve reunión con su comisión directiva, llamada de urgencia para analizar la complicada situación política del club. Pompilio se mantuvo en silencio a lo largo de toda la reunión. “Con enorme sorpresa estoy acá, pero ha habido una disposición de la IGJ para que retome la conducción del club y lo conduzca hacia un nuevo proceso eleccionario”, declaró Macri en el salón de conferencias de prensa de Boca. El jefe de Gobierno no aceptó preguntas de los periodistas y se limitó a señalar que intentará que las elecciones se produzcan “lo más rápido posible para tener una nueva conducción” y a disparar contra Kunkel, al señalar: “Le digo a Kunkel que no quiero que la política se meta adentro de Boca”. Además, el dirigente aceptó que una comisión de letrados del club revisará la cuestión de los avales bancarios, porque, al parecer, nadie en Boca –salvo él mismo– estaría en condiciones de presentar avales correspondientes al diez por ciento del patrimonio del club, que alcanzaría los 130 millones de dólares.

Cómo quedarán conformadas las listas es hoy por hoy un misterio. El macrismo, que podría presentar a José Beraldi o a Orlando Salvestrini como candidatos, cuenta con el apoyo incondicional de dos agrupaciones internas: Dale Boca y Súper Boca. Igual cantidad de agrupaciones brindarían su apoyo a Pompilio, Por siempre Boca y Boquense, y a Digón, Nuevo Boca y La Bombonera. En tanto que habría otra seis agrupaciones por ahora indecisas: Resurgimiento Boquense, Por un Boca mejor, Azul y Oro, Arriba Boca, Frente Unico y Boca la Causa.