El 29 de julio de 2006 el Pomo Ricardo De Angelis Baccarini fue destrozado a golpes por al menos nueve penitenciarios de la U3 de San Nicolás. Por entonces, a la cabeza del penal estaba Alfredo Lione, poco después premiado con el cargo de jefe de toda la Zona Norte, y a cargo de siete unidades, entre ellas, la de San Nicolás donde quedó como director Miguel Libares. A la fecha, Libares sigue a cargo del mismo penal donde Martínez Báez fue atacado a golpes por no aceptar asesinar a Baccarini. A todo esto, De Angelis Baccarini había iniciado una causa representado por la defensoría oficial de Gabriel Ganón. A Ganón se la hicieron difícil, ya que interpusieron recursos para rechazarlo como asesor en la acusación contra los penitenciarios, en su condición de defensor oficial. Sin embargo, la investigación sumarial del SPB supuestamente contra los nueve acusados recayó en Carlos Turati, abogado del penal, que comparte estudio con José Antonio Corral, defensor de los guardias acusados.

La causa fue difundida por este diario pese a la negativa del director del SPB (de entonces y actual), Fernando Díaz, de que hubieran existido los hechos. Casi dos años después, el pedido de elevación a juicio oral por parte de María Marcantonio, fiscal de San Nicolás, confirma en parte la información. En parte porque elevó la causa por el delito de severidades agravadas por el empleo de violencia y grave daño, con una pena de 2 a 6 años (art. 144 bis). Pasó por alto un pequeño detalle: no acusó por torturas. Después de todo, el hígado se lo habrán partido en cuatro pero actualmente una cuarta parte le habrán recauchutado.