Viernes, 16 de mayo de 2008 | Hoy
SOCIEDAD › CASI CUATROCIENTAS CENTRALES HIDROELECTRICAS FUERON DAÑADAS POR EL SISMO
Por José Reinoso *
Desde Zipingpu
“Hay que desarrollar la energía eléctrica en el río Min, promover el desarrollo del oeste de China y construir la felicidad del pueblo de Sichuan.” El eslogan, escrito en un cartel gigantesco en la falda de una de las laderas del embalse de Zipingpu, golpea los ojos cuando se ven destrozadas las vallas de hormigón que flanqueaban la carretera que corona la represa, las piedras desencajadas en el muro de aguas abajo y los desprendimientos de tierra en la lejanía. Porque a la tragedia de las muertes se sumó otra amenaza. El sismo dañó 391 embalses –algunos tienen grietas y fugas de agua– y los esfuerzos para comprobar su estado se vieron ralentizados por las dificultades de acceso y los pobres sistemas de información y de gestión. “Hay muchas represas, especialmente en Sichuan; los daños debidos al terremoto son extensos y los peligros no están claros”, dijo Chen Lei, ministro de Recursos Hidrológicos.
De especial preocupación es el caso de la represa de Zipingpu, situada a 75 kilómetros al noroeste de Chengdu (capital de Sichuan), ya que nueve kilómetros aguas abajo se encuentra la ciudad de Dujiangyan, donde viven 600.000 personas, aunque las autoridades afirmaron, tras inspeccionarla, que es segura. Pero Wang Guojun, un voluntario de 22 años que vino para ayudar a las víctimas del terremoto, no está muy convencido: “Hay muchas piedras sueltas, no me da confianza”. Tras el sismo, la instalación fue paralizada debido a las grietas, ya que algunos de sus edificios se hundieron parcialmente.
La represa de Zipingpu, que tiene una altura de 156 metros y una longitud de más de 500 metros, fue muy polémica. Sismólogos del Centro Nacional de Terremotos advirtieron en 2000 que estaba situada demasiado cerca de una falla, que podría provocar sismos desastrosos. Pero fue comenzada en 2001 y finalizada cinco años después. Su construcción obligó a desplazar a 40.000 personas, en parte de la etnia tibetana. En 1933, un temblor de tierra en la parte alta del río Min causó graves corrimientos de tierras y mató a 9000 personas. La región montañosa de la zona occidental de Sichuan fue un imán para los proyectos hidroeléctricos, debido a las grandes necesidades de energía que generó el rápido crecimiento chino.
A un centenar de metros de Wang, tres hombres inspeccionan la estructura, mientras toman notas y hacen fotos. El responsable del equipo dice que “el terremoto hizo que la represa se mueva y asiente, pero no hay daños estructurales importantes”. El Ministerio de Recursos Hidrológicos aseguró que se está bajando el nivel para evitar un “desastre” en Dujiangyan en caso de que la estructura ceda.
* De El País, de Madrid. Especial para Página/12.
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