La “emergencia ambiental y de infraestructura” en la que se encuentra el barrio Luis Piedrabuena desde 2005, y que fue refrendada el jueves en la Legislatura, contempla, entre otras cosas, que los vecinos están exceptuados de pagar el ABL (Alumbrado, Barrido y Limpieza). Claro que del dicho al hecho hay mucho trecho. Esta disposición fue aprobada en abril de 2005 y luego fue prorrogada, pero los vecinos estaban siendo intimados por la Agencia Gubernamental de Ingresos Públicos (AGIP) a que pagaran lo supuestamente adeudado.

El legislador Martín Hourest y un grupo de vecinos se reunieron con el titular de la AGIP, Carlos Walter, para aclarar la situación y al parecer llegaron a un acuerdo para que se cumpla lo ordenado por la emergencia. En lo que respecta a las obras que hay que realizar en forma urgente en el barrio, la Legislatura dispuso la creación de una Comisión Técnica, a la que se incorporarán representantes de los vecinos, para formular y hacer ejecutar una propuesta para solucionar los problemas edilicios.

La ley fue prorrogada, una vez más, al comprobarse “una serie de vicios constructivos que afectan a las viviendas, agravados por el paso del tiempo que, de no ser subsanados a la brevedad, pueden llegar a que las viviendas se tornen inhabitables”.