SOCIEDAD
¿Ramas de la misma banda?
Si bien el caso de Federico Ariente está plagado de curiosidades, tiene algunas características semejantes a otros dos secuestros, el de María del Carmen López Barceló, en San Juan, y el del menor Alfredo Gozzo, en Córdoba. La mujer fue rescatada por la policía el 13 de agosto, tras cuatro días de secuestro. El chico fue liberado el 26 de julio, tras 60 horas de desaparición y el pago de 100 mil pesos de rescate. Cuando Barceló fue rescatada, la policía detuvo a Juan “Tato” Cabrera y a José Luis Bravo, que la custodiaban. Luego, también en San Juan, detuvo a Fernando Bustos. Una agenda y la detección de varias llamadas con origen en el penal cordobés de Bower cerraron el círculo sobre tres presos: Carlos “Panza” Bazán, y otros dos internos de apellidos Heredia y Zeballos. Otros cuatro detenidos se sumaron luego a la lista. La policía cordobesa logró determinar que la banda que participó en ambos secuestros era la misma. Los métodos seguidos también. En ambos casos, la banda asaltó la vivienda, no se conformó con lo robado y exigió el pago de un rescate. En ambos casos, el rescate debía ser pagado en la provincia de Buenos Aires, arrojando el dinero desde un tren. El mismo sistema utilizado por los secuestradores de Federico Ariente. Una hipótesis sostiene que en este último caso se trata de ramificaciones de la misma banda. La otra lo desmiente y prefiere trabajar analizando lo curioso y atípico, que no es poco.