La Comisión de Tránsito de la Legislatura porteña dio despacho a un proyecto de ley por el cual “los vehículos que excedan en 40 kilómetros por hora o más la velocidad máxima permitida” serán retenidos y “se remitirá el rodado al depósito que indique la autoridad de aplicación”. El titular del vehículo “podrá retirarlo una vez que el controlador de Faltas haya dictado resolución administrativa en la causa”; este último deberá “expedirse en el mismo día en que se presente el presunto infractor”. Los gastos “que demandare el acarreo serán con cargo al titular o conductor y deberán ser abonados previo al retiro del rodado”. Gustavo Brambati, subgerente de seguridad vial del Cesvi, que acaba de efectuar un estudio sobre excesos de velocidad en la ciudad de Buenos Aires (ver nota aparte), comentó que “es fundamental que haya controles. En uno de los lugares donde hicimos nuestro estudio, apareció un patrullero y, aun cuando su propósito no era controlar, los conductores, solamente por verlo ahí bajaban la velocidad. En los sitios de grave siniestralidad no hay controles”.