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El Corredor de la Puna, en el noroeste argentino, será la nueva porción de territorio nacional escenario de una nueva edición del Programa de Fortalecimiento y Estímulo a Destinos Turísticos y Emergentes (Profode), una iniciativa que busca consolidar la actividad turística en sitios del país que “tienen mucho potencial pero que aún no han logrado la dinámica esperada”, argumentó la directora nacional de Desarrollo Turístico, Valeria Pelliza.

Se trata de una iniciativa del gobierno nacional para planificar, en conjunto con las carteras de Turismo de cada provincia, proyectos destinados “a fortalecer cada destino con el objetivo de activar la fuerza endógena que cada uno de esos sitios encierra y que, así, puedan comenzar a autogestionarse”, explicó la funcionaria.

Salta fue la provincia elegida para dar los primeros pasos. Para su gobernador, Juan Manuel Urtubey, es “muy importante, más en tiempos de crisis como los actuales, fortalecer la inversión en la promoción turística cuya multiplicación en recursos económicos es enorme”. El Corredor de la Puna, una región extensa que abarca muchos destinos entre Abrapampa, en Jujuy, y Chilecito, en La Rioja, pasando por Salta y Catamarca entre otras provincias, fue seleccionado a principios de 2008, entre 28 propuestas que llegaron de todas las provincias del país.

“La idea es desconcentrar la oferta turística de los principales puntos hacia espacios periféricos, pero ricos en atractivo”, apuntó Pelliza. Es lo que sucede con Santa Rosa de Tasti, uno de los puntos más importantes del antiguo Camino del Inca que encierra ruinas aborígenes perfectamente conservadas, San Antonio de los Cobres y Tolar Grande, los tres “destinos emergentes”, en el trayecto salteño del Corredor de la Puna.

Informe: A. B.